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Las últimas semanas del verano le estaban respirando en la nuca a ElQuackity, hace no mucho había tenido su conversación con Doied donde enfrentaba sus sentimientos, sin embargo después de eso se enfocó más en evitar delatarse que en hacer algo respecto a estos. Pero no podía seguir así mucho tiempo.
—Alexander— una voz femenina llamó su atención, haciendo que levantara su rostro de su taza de café —Es curioso vernos otra vez, después de lo que pasó con la federación.
Ese día había acordado ver a una de sus antiguas compañeras, Jaiden, quién al parecer seguía recordando bien sus años trabajando juntos como adolescentes.
—Eso fue hace mucho— ElQuackity trató de restarle importancia, hablando bajo sobre el tema que seguía siendo delicado para los involucrados —Pero no te cité aquí para eso.
—No puedes culparme por sospecharlo— entre risas, la joven se sentó enfrente de él, tomando el menú para comenzar a verlo —Solo le hablas a alguien cuando quieres un favor, o es Arin.
Arin, la mención de su nombre ya ponía de nervios a ElQuackity, con sus mejillas pintándose suavemente de rojo mientras su mirada volvía a su taza de café.
—En realidad, puede que las dos cosas estén relacionadas.
—¿Los rumores son ciertos?
Para su sorpresa, la chica ya parecía tener información al respecto. Levantó el rostro sorprendido para verla, mientras Jaiden contaba con una sonrisa juguetona en el rostro.
—No me jodas que hay rumores de eso.
—Es lo que la gente dice— Jaiden alzó los hombros, soltando una risita en el proceso —Ya sabes, todos creen que se gustan.
—Me voy a matar— cubrió su rostro con sus manos, ocultando el gran sonrojo que se apoderó de sus mejillas —No puedo creer que todos piensen eso, digo, no es tan alejado de la realidad pero...
—Pero no creo que busques consejos amorosos de mí— una mesera se acercó para tomar la orden de Jaiden, interrumpiendo la conversación unos minutos antes de poder volver —¿Entonces? habla.
—Sé que eres arromántica.
—Y asexual.
—Si, eso— salió de su escondite entre sus manos, tomando aire para poder formular con claridad sus palabras —A lo que me refiero es que, nunca me había sentido así por alguien y creí que podrías ayudarme, porque hasta hace unos meses creí que era como tú.
Eso llamó la atención de la joven, quién analizó mejor con la vista a su compañero: sus manos nerviosas jugando contra la mesa, sus orejas rosas, su mirada perdida y como mordía por los nervios su labio inferior. Estaban hablando de algo serio, ElQuackity no solo se estaba mostrando nervioso, estaba exponiendo algo más profundo en su interior y ella era la única testigo.
