Tipos de amor (Jake x Aiden)

2- Amor familiar

Hoy, era el cumpleaños de Aiden, una fecha que normalmente es importante para muchos, para el solía ser como un día cualquiera, al menos para su familia, la cuál siempre parecía tener algo más importante que hacer como para siquiera desearle un feliz cumpleaños a su hijo.

El nunca se había quejando, al contrario, intentaba convencerse a si mismo de que había cosas mucho más importantes que un tonto cumpleaños, aunque en el fondo por más que quisiera negarlo, le dolía.

El único que siempre había estado ahí para el era Jake, quien siempre le preparaba su pastel favorito con ayuda de Miriam, para luego compartirlo con sus amigos en casa de la mayor, nunca hacían nada muy grande, pero para Aiden significaba mucho.

Está vez no era la excepción, el peliazul lo había citado en el parque para platicar un rato antes de dirigirse a casa de Miriam, lo cuál, extrañamente lo ponía nervioso, no era la primera vez que salían pero últimamente cada vez que se encontraba a solas con el de ojos oscuros no podía evitar que un calorcito se extendiera por su pecho, no estaba completamente seguro de cual era la causa pero mentiría si dijera que no tenía una leve idea acerca de lo que podría ser.

No tuvo tiempo para seguir pensando en eso, ya que alguien se le había lanzado encima para abrazarlo.

-Feliz cumpleaños pequeña oreo- dijo Jake aún abrazándolo.

-¿Es costumbre tuya asustarme así?- respondió Aiden riendo un poco mientras correspondía el abrazo, estaba tan sumido en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta de cuando había llegado al parque.

-No es mi culpa que siempre estés en la luna- dijo con una suave risa el peliazul - además me gusta sorprenderte-

Aiden no sabe en qué momento escucharlo reír se había vuelto tan hipnotizante

-¿Quieres ir a algún lado?- pregunto el bicolor

-Eso debería preguntarte yo tonto- dijo, apretando las mejillas de Aiden -Es tu cumpleaños así que te llevaré a dónde tú me pidas, tu solo di y estaremos ahí- continuo con una sonrisa traviesa

-Entonces llevame a Europa, siempre he querido ver la torre eiffel- dijo riendo al ver al peliazul con el ceño levemente fruncido

-Uno quiere hacer algo bonito, pero la gente no ayuda- Aiden río más fuerte al ver a Jake cruzado de brazos, tal vez lo aparentara, pero no estaba nada molesto.

-Entonces solo llevame por un helado- mostró una sonrisa -pero no creas que te salvaste, cuando seas rico tienes que llevarme a Europa-

-Lo que pida el mitad y mitad- contesto acercándose para tomar la mano de Aiden

Ambos se fueron así, no era la primera vez que se tomaban de las manos, pero para Aiden, está vez se sentía diferente.

Durante el camino siguieron bromeando y riendo entre ellos, no importaba que tan seguido se vieran siempre tendrían un tema nuevo para hablar con el otro, he incluso si no, ambos disfrutaban de caminar en silencio, era un silencio cómodo, ahora que lo pensaba siempre se sentían cómodos estando con el otro.

Pasaron la tarde en la heladería, Jake disfrutaba molestar al bicolor manchando su cara de helado, y Aiden disfrutaba robando del suyo.

-Muy bien es hora de irnos, Lake me mandó un mensaje ya deben de estarnos esperando- dijo el peliazul tomando las mejillas de Aiden para limpiarlas con una servilleta, ocasionando que este se pusiera rojo

-De acuerdo- respondió levantándose de dónde estaba, tener a Jake tan cerca lo ponía nervioso.

Ambos se fueron rumbo a casa de la mayor, al llegar como siempre lo estaban esperando, Lake y Ashley se acercaron a abrazarlo deseándole un feliz cumpleaños, James también lo hizo entregándole una pequeña cajita que contenía unos aretes dentro.

-Gracias, de verdad son muy lindos- dijo al de piel morena mientras le sonreía agradecido.

-Me alegra que te gustaran, no sabía muy bien que regalarte-

Ambos comenzaron a charlar, uniéndose los demás al poco rato, El ambiente en la casa era muy cálido, todos reían y bromeaban entre si, Aiden realmente estaba muy agradecido.

Siempre había sido así, Jake siempre se esforzaba organizando todo

Jake siempre le avía mostrado que la verdadera familia no siempre estaba atada por lazos de sangre, si no de el amor que compartían.

Sin embargo Aiden había notado algo raro al peliazul, salía de vez en cuando al exterior de la casa para hablar por teléfono, y volvía con una sonrisa tonta y las mejillas levemente ¿rojas?, no sabía de que se trataba pero le daba mala espina.

¿Con quién estará hablando?

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Hola!, espero que les aya gustado el capítulo, disculpen los errores o faltas de ortografía.

Cómo aclaración Aiden es un año menor que Jake

También quiero aclarar que los capítulos no tienen una continuación específica así que dentro de la historia pueden pasar unos días entre uno y otro.

Sin más que decir nos vemos luego, que tengan un buen día, tarde o noche.