◤Huellas rojas◢ | Bakudeku| [Pausada]

Capítulo 1: "La puerta se cierra"

Capítulo 1
"La puerta se cierra"

Espeso líquido carmesí manchando el inmaculado suelo de baldosas de la salida de la secundaria, parecía casi petróleo debido al contraste del oscuro rojo con el color mármol del piso.

Extremidades contorsionadas, huesos rotos, mirada vacía, esas estúpidas pecas parecían más notorias debido a la palidez de su rostro, ese maldito cabello verdoso ahora manchado con la sangre fresca que salía a borbotones de la fisura del cráneo, los ríos de plasma de hemoglobina empezaban a dispersarse por las ranuras entre las losas del suelo. Esa tarde, el cadáver de Midoriya Izuku yacía inmóvil en los terrenos escolares, una escena desagradable que provocó que una terrible bilis subiese por su tráquea, hasta sentir que le quemaba, Bakugou, a sólo unos pocos metros aún observaba esa escena digna de un cuadro de arte abstracto con sus ojos desenfocados, la sudoración proveniente de sus palmas y nuca se sentía helada, su respiración, aunque calmada era de igual manera preocupante puesto que sólo evidenciaba el estado de shock en el que se encontraba. Nunca pensó que él lo haría, nunca pensó que él de verdad saltaría.

Mientras los paramédicos llegaban al lugar para llevarse el cuerpo del adolescente y la multitud de personas hacían un círculo alrededor de la escena, sólo podía estar inmóvil. Las miradas de los curiosos, de los hipócritas, de los maltratadores, observaban cómo el cuerpo era trasladado, los cuchicheos de la multitud comenzaron a martillar su cabeza, da un paso tambaleante hacia atrás, de repente siente esos horribles escalofríos recorrer toda su columna vertebral, girando sobre sus talones y con un subidón de adrenalina corriendo por su venas sólo comienza a correr, alejándose rápidamente del lugar, no tenía nada en la mente, todo parecía una cruda neblina que cubría su razonamiento, no podía siquiera procesar lo que había visto, sólo recordaba una y otra vez esos ojos verdes sin vida, sin brillo, mirarlo cómo si aún pudieran escudriñar a través de su alma, viéndolo cómo si todavía lo juzgaran por lo que hizo, por lo que dijo.

— M-mal...Maldito Deku

Suelta con veneno en su palabras, estaba molesto ¿Por qué ese idiota se atrevía a hacer eso? A hacerle eso ¿Cómo mierda pudo saltar de la maldita azotea por lo que le dijo?. Sus pasos se detienen mientras se recarga en la pared de un edificio, intentaba concentrarse en el cemento frío y rugoso debajo de su palma, preocuparse en regular su respiración errática, aún sentía su garganta queriendo ser corroída por el vómito que venía desde sus tripas, el sudor se resbalaba por sus sienes y nuca, gélidas y densas gotas recorrían su dermis mientras su alborotada mente repetía el suceso. Recordaba haber regresado a a secundaria, lo que le dijo a Deku de alguna manera le quedó haciendo ruido, tenía un mal presentimiento así que había retornado sólo para asegurarse de que el idiota no cometiera una estupidez, aunque claro, era una preocupación bastante rídicula, en su mente nunca llegó a pensar que el peliverde pudiese hacerle caso a sus palabras, después de todo, el pecoso jamás le había obedecido realmente, esto se veía reflejado, por ejemplo, en la manera que por más que lo alejase de él, Midoriya seguía regresando a su lado, bueno, más bien a sus espaldas.