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Aún era temprano así que nos sentamos en la sala a ver películas. Después de un rato Charles se quedó finalmente dormido.

Estaba estirado en el sofá, sus pies rozaban mis muslos mientras yo permanecía sentado en el otro extremo del sofá.

Verlo dormir, me distrajo unos minutos de la película. Sus ojos aún estaban hinchados, pero seguía siendo jodidamente hermoso. Lucía más adorable con mi ropa, que le quedaba holgada. Trate de concentrarme en la película, la había elegido él. Era una película de un asesino serial, a Charles le encantaban esas películas y hacia teorías de ellas después por horas.

Cuando la película terminó, traté de encontrar algo interesante que ver. No quería dejarlo solo. Aunque sólo sus pies estaban cerca de mi, ansiaba su cercanía.

Charles se removió un poco y vi cómo abría sus ojos.

-Hola. sonrió mientras tallaba sus rostro.-Me quede dormido.

Sonreí ante la obviedad.

-¿Que vemos ahora? dijo mientras volteaba hacia el programa que había elegido.

-Ford vs Ferrari. -respondí. -¿Quieres ver algo más? Charles negó y su mirada seguía fija en la pantalla.

Después de un largo silencio, volvió a removerse acercándose más a mí y ¡maldita sea! si Charles Leclerc no me sorprendía...comenzó a acariciar con sus piecitos mi polla. Me giré para verlo abriendo los ojos sorprendido y confundido por lo que estaba haciendo. Su mirada era pesada, esa mirada que sabía, usaba para ponerme caliente.

-Charles... jadee. Sus pies seguían tallando mi polla y poniéndola dura. Apreté los párpados para intentar concentrarme en lo que tenía que decir.

¡Joder! Por qué era tan fácil con Charles. Podía excitarme con cualquier parte de su cuerpo si así lo quería.

-Estás duro. -murmuró con un tono inocente. Y con eso mi polla se retorció.

-Tu lo estás haciendo. Gemí. Por favor no lo hagas.

-Me gusta. Me gusta ponerte así. Dijo con la voz pesada, poniendo un dedo en su boca y haciendo un puchero tan adorable y caliente a la vez.

Sabía que solo tenía que levantarme y decirle que no, pero no pude. Me tenia congelado ahí sintiendo como frotaba su piecito por encima de la tela.

Charles se sacó la camisa por encima de los hombros y luego se quitó el resto de la ropa.

Estaba hipnotizado viéndolo. Su cuerpo desnudó era ahora aún más hermoso de lo que recordaba. Su polla estaba despierta. Los músculos de su pecho y abdomen estaban definidos, aunque seguía siendo pequeño, mucho más pequeño que yo. Su cintura se acentuaba y sus piernas se veían tan suaves y tonificadas. Era lo más hermoso que había visto en el mundo.

Se levantó para ponerse de rodillas entre mis piernas y sacó mi polla de los pantalones de chándal.

-Charles. No lo hagas por favor.-mi voz temblaba pero mi cuerpo no se movía.

-¿No te gusta? murmuró bajo mientras tomaba entre su mano mi polla y comenzaba a pasar la punta humedeciendo sus labios con el presemen, tenía esa mirada inocente que me ponía a mil.

-Me gusta.-gruñí. Pero tienes que pensar en Carlos, tú y él... Charles chupó la cabeza de mi polla y cortó mis palabras siseando.

-No quiero. Te quiero a ti. ¿Puedes darme eso?- murmuró y luego me llevo hasta el fondo. Levanté mis caderas en respuesta mientras gemía. -De verdad lo necesito. dijo antes de delinear con su lengua toda mi longitud.

Mi Hermanastro | LestappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora