[¡Aviso!]
Bruno, Julieta y Pepa tienen 20 años de edad, Héctor 25 y Ernesto 27.Narra Bruno:
Algunas cosas en el encanto no pueden ser reparadas o controladas por la magia, por ejemplo con la lluvia, era una noche lluviosa y aunque Pepa estuviera de buen humor, no era algo que pudiera controlar, a fin de cuentas, es natural que llueva.
Estaba dormido, aunque entre sueños escuchaba algunas voces, las cuales eran de mis hermanas y mi madre, pero, habían otras dos voces que no distinguía, decidí ir a ver qué pasaba así aprovechaba e iba por algunas arepas.
Baje al salón principal que era donde se escuchaba el alboroto, oí que en la cocina estaba chillando la tetera con agua caliente.
—¿Qué pasa aquí?, hasta mi torre se escuchan sus voces, creí que la hora de chismear había pasado.—
En eso, vi a dos personas desconocidas, para ser exactos, dos varones, uno era algo robusto y el otro.., era delgado, sus cabellos estaban mojados por la tormenta y una cobija tapa a cada uno.
—¡Bruno!, deberías ser más educado, hay visitas.— comentó Alma mientras miraba al Madrigal.
—¡Una disculpa por no dejarte dormir, compadre!
El dijo eso, después de soltar una breve risa, me acerque más a los desconocidos para poder saludarlos y disculparme por mi comportamiento descortés, de igual manera, ¡SOLO QUERIA DORMIR!
—Disculpenme a mi, creí que eran mis hermanas y mi mamá hablando sobre las novelas que leen., me presento, soy Bruno, Bruno Madrigal.
—Ernesto, un gusto.
—¡Héctor Rivera!, para servirte.
Héctor, era, un lindo nombre, extendió su mano para saludar aunque tarde unos segundos en aceptar, su sonrisa era linda, y sus ojos rasgados tenían algo en ellos que me atraía mucho; acepte el saludo y me uní a ellos.
—Bueno, ¿Qué hacen aquí?, es decir, no lo digo por ser grosero pero, ¿De dónde son?
—¡Ah si!, venimos de México, estamos probando algo de suerte con nuestras canciones y Colombia nos pareció un buen país para hacerlo — explicó Héctor mientras agarraba una arepa que me ofrecía Julieta.— son..¿Gorditas?
—¿Gorditas?, esas son arepas, ¿Qué son las gorditas? — preguntó Pepa con confusión
—¡Cómo no van a saber!, si son re buenísimas.
—Bueno, suponiendo que somos de diferentes países, la gastronomía debe ser diferente, ¿No? — comentó Alma
Empezamos a platicar un poco sobre las diferentes culturas que teníamos, nos dijeron que allá se celebra el día de los muertos, me senté al lado de Héctor el cual me hizo un espacio en su sofá, mientras charlaban, el me susurró.
—¡Hey!, Bruno, ¿Es verdad que puedes ver el futuro?
—Uh.., si.., pero prefiero no hacerlo, siempre veo desgracias y me terminan culpando de hacerlo.
—¿Culparte?, ¡Si solo ves el futuro hombre!, no lo escribes, eso es muy pendejo.
—¡Lo sé!, pero no entienden, de igual forma, ¿Para que quieres saber eso?
—Me da curiosidad, es muy asombroso todo lo que cuenta tu mamá sobre el milagro, es decir, ¡Qué increíble poder ver el futuro, o poder curar a las personas con tu comida!, aunque, mis condolencias para tu hermana Pepa, no podría con ese don.
—Sumemos a eso un carácter uh.. difícil de manejar así que, es mucho trabajo para ella.
—Tu cabello es lindo, ¿Eres pelinegro?
ESTÁS LEYENDO
♡·˚ ༘''☕|𝑂𝑛𝑒 𝑆𝒉𝑜𝑡'𝑠 𝐵𝑟𝑢𝑛𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟|☕''·˚ ༘♡
Romantizm⋆.ೃ࿔*:・ ✫・゜・。.⋆.ೃ࿔*:・ ੈ☕₊˚𝕰𝖘𝖙𝖆 𝖍𝖎𝖘𝖙𝖔𝖗𝖎𝖆 𝖈𝖔𝖓𝖙𝖎𝖊𝖓𝖊: : ̗̀➛𝐶𝑟𝑜𝑠𝑠𝑜𝑣𝑒𝑟 : ̗̀➛𝐿𝑒𝑛𝑔𝑢𝑎𝑗𝑒 𝑜𝑏𝑠𝑐𝑒𝑛𝑜 : ̗̀➛𝐸𝑠𝑐𝑒𝑛𝑎𝑠 +18 [𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑜 𝑚𝑒 𝑟𝑒𝑓𝑖𝑒𝑟𝑜 𝑎 𝑠𝑒𝑥0 𝑒𝑛𝑡𝑟𝑒 𝒉𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒𝑠, 𝑔𝑜𝑙𝑝𝑒𝑠 𝑦 𝑑...