Experimento

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Cap. 9

𓆩✞✩Narra Gustabo✩✞𓆪

-Queda mucho?- pregunté mientras me acostaba mejor en mi asiento-

Llevábamos más de 1 hora en el maldito coche y ya podía sentir cómo mi culo dejaba de sentirse, mis piernas apenas y seguía sintiéndolas de estar tanto tiempo en el mismo lugar.

-...- Conway suspiró y dejó, por unos segundos, de mirar hacia adelante, ya que conducía, para mirar el GPS. Volvió la mirada al frente- 45 minutos, exactamente- me respondió-

Suspiré sonoramente en señal de aburrimiento. En el coche estaban todos dormidos menos el conductor, Conway, y yo, que iba en la parte de atrás con Horacio, pero él estaba dormido.

-Jooodeeer- me quejé alargando el insulto- Eso es mucho, me aburrooo- vale, tenía que aceptarlo, eso ha sonado muy infantil-

-No te quejes, yo llevo aquí una hora y media sin pegar ojo, ni siquiera descansar la vista, coño- ahora el que se quejaba era él-

No dije nada más y él tampoco, se volvió a centrar en el camino y yo me acomodé poniendo mi cabeza en las piernas de Horacio.

Un poco más y me sentía mareado, asfixiado, agotado y sin ganas de nada, ni siquiera para moverme. Aquellas partes de las que anteriormente me habían hablado, me empezaron a arder y, antes de caer rendido, sentí como mi cola y orejas hacían un sonidito, como el de unas ojas siendo arrastradas por el suelo de manera rápida y marearme más, sentir algo de peso dentro de mi cabeza...

...

-Creéis que sea alguna transformación rara o algo?- preguntó una voz que no pude identificar-

-Más de lo que ya está? No sé, es...raro- otra voz irreconocible, comencé a abrir los ojos poco a poco- Oh, mirar, se está despertando- sentí una mano en mi pelo-

Comencé a abrir los ojos aún sin poder ver bien del todo, divisé unas sombras rodeándome. Acabé de abrir los ojos y poder ver bien para encontrarme a Horacio mirándome desde muy cerca con curiosidad y preocupación.

-Horacio?- pregunté dudoso-

-Gustabo!- respondió el nombrado y me abrazó- Te has desmayado, y ahora tu cola y orejas son algo... diferentes?- explicó previniendo mi pregunta-

-A qué te refieres con "diferentes"?- pregunté dudoso-

Me senté y vi que estábamos en un campo muy bonito, apenas estaba atardeciendo, me levanté con ayuda de mi hermano y me mareé un poco, pero desapareció al instante. Volví a mirar a Horacio en busca de respuestas, no me respondió, pero me dió su pequeño espejo que siempre llevaba.

Lo cogí con algo de duda y me miré en el. No vi nada extraño hasta que vi mis orejas y ojos. Unas totales de gato, anaranjadas y atigradas. Bonitas, pero solo para un gato real, no yo. Y mis ojos eran unos azules al completo, no como los míos, pero unos azul marino y las pupilas finas y afiladas, las de sorpresa o susto de un gato, me representaban a la perfección justo ahora.

Mi vista se fijó en las uñas, estaban a un tamaño normal, me pareció extraño así que miré mi cola. Exactamente. Una cola de gato a juego con las orejas.

-Oh, ahora soy... un gato- afirmé con confusión-

-Sí, pero ahora vamos a hablar con el tipo ese para saber por qué, vamos- habló Segis-

Asentí y le devolví el espejo a Horacio, él me cogió de la mano y caminamos junto al resto. Llegamos a una casa un tanto peculiar, no daba esas pintas tan bonitas y puras como el campo, eran todo lo contrario.

✰Watafak? -✟Híbrid mode✟-✰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora