El reloj marcaba las 2 a.m. cuando Young Miko llegó al penthouse. El cansancio pesaba sobre sus hombros, pero la idea de ver a Emma la mantenía en pie. Mientras subía en el ascensor, revisó su teléfono una última vez antes de apagarlo. No quería que nada interfiriera esta noche.
La puerta del apartamento se abrió suavemente, revelando un espacio iluminado solo por la luz tenue de la ciudad que se colaba por las ventanas. Emma estaba en la sala, vestida con una camiseta holgada y shorts. Al verla, Miko sintió que el cansancio se desvanecía un poco.
-Sabía que estabas cansada -dijo Emma, acercándose para darle un beso suave en los labios-. Lo sentía, no sé si es el estilo de vida o que siempre estás viajando.
Miko sonrió, pasando sus manos por la cintura de Emma.
-Lo sé, baby. Te ha tocado dormir solita en casa. Pero ya estoy aquí, y no pienso soltarte.
Emma suspiró, apoyando su cabeza en el pecho de Miko. Aunque el trabajo de Miko las mantenía alejadas la mayor parte del tiempo, cada reencuentro valía la pena.
-A veces siento que te pierdo entre las luces y los flasheos -confesó Emma, sus ojos brillando con una mezcla de amor y vulnerabilidad-. No quiero que hablen de nosotras... there's no privacy.
-Pues que apaguen las cámaras -murmuró Miko, besando la frente de Emma-. Si salimos en la tele, mejor apágala. Ellos no saben nada... nomás saben las sábanas.
Emma sonrió ante las palabras de Miko, la seriedad en su voz solo reforzaba lo que ambas sentían. Se apartó ligeramente para mirarla a los ojos.
-Está cabrón que no te pueda ver por un delay. Te envié el jet privado, envíame DTA.
Miko rió suavemente, su risa resonando en el espacio silencioso. Esa era una de las cosas que más le gustaban de Emma, su manera de hacer que incluso los momentos más complicados se sintieran ligeros.
-Y yo aquí, firmando NDAs y viajando de un estado a otro. Pero ahora estamos juntas, y eso es lo único que importa.
Emma lo sabía, y aunque a veces era difícil, entendía la vida que ambas habían elegido. Cerró los ojos, disfrutando del momento, antes de jalar a Miko hacia el sofá.
-Cierra la cortina y pon el cel en mute -murmuró Emma, con una sonrisa traviesa en los labios.
Miko no necesitó más invitación. Apagó el celular y lo dejó sobre la mesa, asegurándose de que no hubiera ninguna distracción. El mundo exterior podía esperar.
Se sentaron en el sofá, abrazadas, y mientras la ciudad seguía su curso allá afuera, el tiempo dentro del penthouse parecía detenerse. Miko acariciaba el cabello de Emma mientras sus pensamientos vagaban. Sabía que la vida era caótica, que había demasiadas cosas que no podían controlar, pero en ese instante, nada de eso importaba.
-Ya no quiero Gucci, ¿pa' qué tanto Prada? -susurró Miko, su voz suave y llena de sinceridad-. Prefiero gastar los cuarto' en un cuarto en las Bahamas... y hacemo' un sextape si los paparazzis graban.
Emma soltó una carcajada, divertida por la idea. Miko siempre encontraba la manera de hacerla reír, incluso en los momentos más serios.
-No sé si los paparazzis están listos para eso -bromeó Emma, entrelazando sus dedos con los de Miko.
Ambas se quedaron así, abrazadas en el sofá, dejando que el silencio hablara por ellas. No necesitaban más, tenían todo lo que querían justo ahí, en ese momento.
-Ellos no saben na', baby -murmuró Miko, con los ojos cerrados-. Y no tienen que saberlo.
Emma asintió, sintiendo cómo el peso de sus preocupaciones se desvanecía poco a poco. Se aferró a Miko, sabiendo que, aunque el mundo fuera caótico, siempre encontrarían su paz en esos momentos, más allá de las cámaras, las luces y los flasheos.
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𝗕𝗲𝘁𝘄𝗲𝗲𝗻 𝗗𝗿𝗲𝗮𝗺𝘀 𝗮𝗻𝗱 𝗠𝗼𝗺𝗲𝗻𝘁𝘀 ~One Shots De Young Miko~
Fantasy༻𝗢𝗻𝗲-𝗦𝗵𝗼𝘁𝘀 𝗱𝗲 𝗬𝗼𝘂𝗻𝗴 𝗠𝗶𝗸𝗼༺