Capitulo II -Detesto mis sueños, quiero despertar

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«Caminaba descalzo por el césped mientras la tenue luz del amanecer comenzaba a iluminar poco a poco el cielo, no había ni una sola edificación a su alrededor, tan sólo un bosque al fondo que se alzaba hacia las montañas más lejanas, esas que yací...

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«Caminaba descalzo por el césped mientras la tenue luz del amanecer comenzaba a iluminar poco a poco el cielo, no había ni una sola edificación a su alrededor, tan sólo un bosque al fondo que se alzaba hacia las montañas más lejanas, esas que yacían cubiertas de niebla en la cima. Connor cerró sus ojos un momento y disfrutó de la brisa fresca del bosque, de la creciente calidez de la luz del Sol sobre su piel e inhaló con gusto aquel aire puro que tanto extrañaba.

Acto seguido se tiró sobre el césped y a pesar de que éste se encontraba húmedo por las gotas de rocío, no se inmutó en levantarse de allí, disfrutaba de aquello que despierto no podía vivir. Cerró sus ojos de nuevo un segundo y movía sus manos sobre el césped bajo sus palmas, hasta que una voz conocida lo sacó de su momento de disfrute sensorial.

—Vamos Connor, se hace tarde.

El azabache abrió los ojos y se sentó de golpe, notando que ahora se encontraba en el suelo del coliseo de basketball de la universidad, donde solía entrenar en sus años de estudio. Confundido notó que ya no estaba solo, a su alrededor habían otros estudiantes ocupados en sus asuntos deportivos y de la nada el sonido del bosque que había estado disfrutando hace poco se transformó en el bullicio propio de ese espacio.

— ¡Connor! ¿Te vas a quedar ahí o vienes?

Buscó al dueño de aquella voz enérgica que tan bien conocía y se encontró con la mirada cálida en tono aquamarina suave y sonrisa en forma de corazón que hace muchos años no veía. El joven de cabellos castaños oscuros alborotados y look de cantante de nu metal(1),contenía en sus brillantes ojos vivaces a Connor, quien estaba paralizado ante aquella visión; su labio inferior temblaba mientras intentaba pronunciar alguna palabra y dicho temblor comenzó a esparcirse por su cuerpo, dominando en especial sus extremidades.

"Joseph..."

—Vamos, nos están esperando...—el sonriente chico le extendió la mano a Connor, quien obligó a su cuerpo a reaccionar, tomándola con fuerza de vuelta, notando como en respuesta era jalado fuera del coliseo de entrenamiento.

Una vez afuera se sintió confundido al aparecer en un corredor, rodeado de estudiantes de preparatoria y notando luego que traía puesto el mismo uniforme escolar que todos los demás. No entendía lo que pasaba, intentó regresar al lugar anterior y tras de él se encontró con un salón de clases en el que algunos estudiantes pasaban el tiempo, comprendiendo que no podía volver atrás. Luego observó su reflejo en la ventana y se vio tal y como era en la adolescencia, un chico larguirucho de expresión ingenua, mirada de pocos amigos, el flequillo muy corto sobre las cejas y el cabello oscuro y corto en forma de bowl que no llevaba hace mucho.

—Mierda...—masculló entre dientes y salió de allí caminando a prisa por el corredor, chocando contra algunos estudiantes que tan solo atinaban a mirarle molestos, pero no a interrumpir su camino como los NPC(2) que eran.

Connor sabía que estaba soñando, saltando entre sus recuerdos y lo único que deseaba era encontrar a Joseph entre ellos, pues ese era el único espacio donde aún podía verlo con vida y por fin, después de mucho tiempo, él se había presentado de nuevo en ellos, no quería perder esa oportunidad.

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