Capítulo XIV

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Jisung apenas le había dirigido la mirada en todo el camino de regreso

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Jisung apenas le había dirigido la mirada en todo el camino de regreso.

Minho tamborileó sus dedos alrededor del manubrio, incómodo porque no sabía qué decirle al muchacho para preguntarle el porqué de su comportamiento. Jisung había estado más... apagado esa noche, su cambio de actitud fue repentino, y varias veces le preguntó si se sentía bien, si quería regresar a casa.

Pero Jisung se había limitado a negar con la cabeza, tirando de él para darle besos en la boca, cortos y seguidos, llenos de necesidad, y Minho se había limitado a hacerlo feliz. Luego Jeongin y Hyunjin habían aparecido, poniéndose a hablar entre los cuatro, y las cosas parecieron mejorar un poco.

Sin embargo, acababa de dejar a Jeongin y Hyunjin en la casa del menor, y una vez solos, la incomodidad volvió a aparecer.

Minho se detuvo fuera de la casa de Jisung, pidiéndole el cuaderno. El menor se lo tendió.

Si hice algo que te haya desagradado, lo siento, Jisung.

Jisung leyó las palabras, sintiendo ahora ganas de llorar, y sacudió la cabeza en una torpe negativa.

No ha pasado nada, hyung. Es sólo que...

El papel en su bolsillo pesó como un ladrillo, pero no sabía cómo expresarse bien porque no entendía tampoco esos sentimientos en su interior. ¿Celos? ¿Rencor?

¿Odio?

Es sólo que me puse triste porque he recordado a Felix. Triste y culpable.

Minho suspiró al leer el mensaje, entendiendo la postura en la que estaba el chico porque a nadie le gustaba mentirles a sus mejores amigos. Sobre todo Jisung, que parecía tan apegado a Felix.

Si no estás seguro de esto, Sungie, podemos dejarlo hasta aquí.

No quiso sonar tan categórico e incluso frío, pero sentía que necesitaba decírselo para saber qué tan seguro estaba Jisung de lo que ellos podían tener, en especial porque Minho necesitaba un pequeño (gran) impulso para poder terminar con Dahyun pronto.

Jisung leyó las palabras, sus labios frunciéndose en disgusto.

Estoy seguro. El chico lo miró un instante. Te quiero. Te quiero para mí, como mi novio. La mano de Jisung tembló. Te quiero, te quiero, te quiero, te qui-

Minho detuvo el movimiento errático de la mano de Jisung, repentinamente asustado por su forma de actuar, y al voltear a verlo notó su llanto silencioso sus ojos lagrimosos, mordiendo su labio inferior con fuerza.

—Oh, Sungie... —susurró Minho, abrazándolo de golpe porque no sabía qué otra cosa hacer en ese instante, porque su corazón se rompió al ver a Jisung llorar así.

Minho no quería verlo llorar nunca en la vida.

Lo meció, sintiendo como los hombros del chico se sacudían por los sollozos y le revolvió el cabello, murmurándole palabras tranquilizadoras para que así se calmara, para que volviera a sonreírle con esa bonita sonrisa que poseia.

Muñequito de porcelana ✧ MinSung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora