Fight| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ

❥︎Parte 1

Comenten mucho mucho si les gusta, se los agradecería un montón y es algo que motiva muchísimo. Besitooos

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La familia Park tenía dinero, el suficiente como para tener un gimnasio debajo de su casa en el que Jimin pasa la mayor parte del día cuando no está en el colegio.

Cualquier persona que lo conociera lo más mínimo sabría que no le gusta hacer ejercicio porque odia sudar, lo ha demostrado miles de veces en las clases de educación física durante toda su vida escolar, pero el gimnasio aún así era su lugar favorito.

¿Es porque el espacio es amplio y hay un equipo de audio muy bueno para escuchar música? No. ¿Es porque había una televisión de sesenta pulgadas en la que podía jugar libremente a la consola o ver su serie favorita a todo volumen? Nop. ¿Será porque puede hacer lo que quiera allí abajo y nadie escucharía ya que la habitación tiene un sistema de insonorización? Tampoco.

Solo su mejor amigo sabía que pasaba tanto tiempo allí abajo porque su hermano mayor, Namjoon, entrenaba allí. Y no es que fuese su mayor fan y disfrutara de verlo golpear por horas un saco de boxeo, no.

Es porque siempre que entrena, invita a su mejor amigo, y aunque a Jimin no le guste sudar, ver sudar a Min Yoongi sí que le parecía singularmente atractivo.

—¿Jimin? ¡Jimin!

Despertó de su sueño despierto con el grito de su hermano, que estaba frente a él mirándolo raro, batiendo la mano frente a su cara.

—¿Qué?—Namjoon sonrió burlón.

—Que te has quedado embobado mirando por la ventana.—Señaló.—¿Puedes ir a buscar al sótano un paquete de botellas pequeñas de agua? Las que estaban en la nevera se acabaron.

Jimin dirigió su mirada a la nevera y se aseguró de que lo que el mayor decía era verdad, solo habían bebidas isotónicas y batidos de chocolate.

—¿No puedes ir tú?—Entonces preguntó, cargado de pereza. El sótano no estaba lejos, pero los paquetes de botellas de agua eran de veinticuatro y pesaban bastante.

Namjoon rodó los ojos, dándose la vuelta mientras flexionada su espalda.

El castaño lo miró, enviadiándo por milésima vez el cuerpo perfecto de su hermano. Piel canela, músculos pronunciados, buena espalda y un perfil perfecto.

Durante la estadía de Namjoon en el colegio, las chicas de su clase siempre le dijeron que él era el hermano feo, y no tenía duda de ello, Namjoon era demasiado perfecto.

—Vamos, Yoongi llega en un rato y no va encontrar agua fría.—Le insistió.

La sola mención del mejor amigo de su hermano puso a latir con fuerza el corazón del pequeño Park.

No sabía casi nada de Min, solo que ese era su apellido, tenía veintiuno, igual que su hermano, y era aficionado al boxeo. Ayudaba a Namjoon con su técnica y Namjoon lo emtrenaba a él, ya que el otro se dedicaba a ello casi profesionalmente, cobrando por peleas.

Y nada más. Ni sabía donde vivía, si estudiaba o si se dedicaba a algo más que a pelear. Cada pregunta relacionada con su vida se queda estancada en su garganta cuando lo veía.

Era todo un adolescente enamorado del chico malo, como en las películas malas sacadas de libros de wattpad.

—El agua fría hace daño a la garganta.—Replicó entonces, sacándole una carcajada a su hermano, que se colocaba una venda que cubría desde su muñeca hasta su nudillos.—Ya voy.