이 - 2

236 23 18
                                    

—Capitulo Dos—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Capitulo Dos—

Llegó a la escuela antes de que siquiera el sol comenzara a asomarse por completo en el horizonte. El silencio del lugar, interrumpido solo por el sonido de sus pasos, le permitía organizar sus pensamientos, aunque esta vez no encontraba consuelo en la tranquilidad matutina.

La culpa y la vergüenza le habían acompañado fielmente desde que había salido de la oficina del director, y ahora, más que nunca, esas emociones pesaban sobre sus hombros.

Había trabajado arduamente para obtener la presidencia del consejo estudiantil; un logro que, en su momento, parecía casi inalcanzable debido a su edad, pero que había conseguido a base de esfuerzo, determinación y muchas noches en vela.

Sin embargo, ahora, todo ese trabajo se veía amenazado por un solo error, un desliz que la había puesto en la delicada posición de tener que delegar tareas cruciales a otros miembros del consejo. Encomendar nunca había sido un problema para ella, pero esta vez la situación era diferente; no era una decisión estratégica, sino una obligación impuesta por las circunstancias.

Se dirigió al aula donde se reunía el consejo estudiantil, sintiendo que cada paso la acercaba más a un abismo de incertidumbre; sabía que debía confiar en su equipo, especialmente en Riki, Minju y Seonwoo, pues los tres habían demostrado ser confiables y capaces, sin embargo la sombra de la duda no parecía querer abandonarla.

Mientras abría la puerta del salón, respiró hondo, tratando de apartar esos pensamientos. No podía permitirse dudar ahora. Su liderazgo, su reputación y, en última instancia, su puesto, estaban en juego.

No era solo la vergüenza de haber cometido un error lo que la carcomía, sino el terror de que, al tener que ceder parte de sus responsabilidades, todo el esfuerzo que había hecho para obtener la presidencia se desmoronara.

Tomó asiento en su lugar, sacando de su mochila los papeles que contenían las tareas que serían delegadas. La sola visión de aquellos documentos le recordó cuán bajo había caído al encontrarse en esa situación.

Myung Jaehyun, el vicepresidente, sería una sombra constante, observando cada uno de sus movimientos, esperando el más mínimo desliz para usarlo en su contra. Yoonchae sabía que él no se conformaría con simplemente cumplir con su rol; él quería su puesto, y ella no podía permitir que lo consiguiera.

Agarró el primer papel, el que contenía las tareas relacionadas con la organización del festival cultural, y aunque era consciente de que no podía hacer todo sola, encomendar sus múltiples responsabilidades le hacía sentir como si estuviera entregando un pedazo de sí misma.

Cerró los ojos por un momento, permitiéndose un breve respiro, tratando de no dejarse consumir por la culpa; tenía que mantener la calma, no solo frente a los demás miembros del consejo, sino también frente al vicepresidente, quien, sin duda alguna, la estaría mirando con una sonrisa burlona en el rostro, esperando verla fallar.

𝑊ℎ𝑖𝑠𝑝𝑒𝑟𝑠 𝐼𝑛 𝑇ℎ𝑒 𝐻𝑎𝑙𝑙 / 𝑀𝑒𝑔𝑎𝑛 - 𝑌𝑜𝑜𝑛𝑐ℎ𝑎𝑒 /Donde viven las historias. Descúbrelo ahora