_-~-_
En una prestigiosa escuela, Yoonchae y Megan son dos chicas que, aunque populares, no podrían ser más diferentes.
Yoonchae, líder nata del consejo estudiantil, es admirada por su inteligencia y determinación. Megan, por su parte, reina entre...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Capitulo Uno—
La escuela aún estaba en silencio cuando Yoonchae llegó al edificio. La luz de la mañana apenas comenzaba a filtrarse a través de las ventanas. Caminó por los pasillos vacíos con paso firme y decidido, llevando consigo una carpeta repleta de papeles y una bolsa con varios documentos esenciales, además de su mochila que llevaba sobre el hombro derecho; su uniforme lucía impecable, y su expresión mostraba una determinación que no dejaba lugar a dudas sobre su carácter.
Llego al aula designada como oficina del consejo estudiantil, una habitación amplia y moderna. La puerta se abrió con un leve rechinido, entró dejando atrás el frío exterior para sumergirse en su espacio de trabajo.
La sala estaba organizada con precisión meticulosa: los escritorios individuales estaban organizados junto a las sillas colocados en ángulos perfectos, y en el centro de la habitación yacía una mesa rectangular; sobre la mesa, cada lugar estaba marcado con una placa de bronce grabada con el nombre de cada miembro del consejo. Los papeles estaban ordenados en pilas, cada uno etiquetado con una etiqueta de diferentes colores.
Revisó una vez más los planos para la distribución del festival cultural que había diseñado meticulosamente; había planos para cada área, detallando el espacio para las diferentes culturas que participarán: desde la comida hasta las actividades y decoraciones que cada una requería.
El espacio destinado para las reuniones se encontraba en un orden perfecto: un proyector se ubicaba en un rincón, las sillas estaban dispuestas de manera equidistante alrededor de la mesa, y cada documento había sido clasificado en carpetas de colores, listas para ser reveladas.
La pizarra blanca en la pared principal estaba llena de anotaciones detalladas sobre las responsabilidades y los plazos de entrega, con cada fecha subrayada y resaltada con un color diferente.
Yoonchae comenzó a revisar los papeles de la última reunión, aquellos que contenían las demandas de los grupos participantes, proveedores de materiales y decoraciones, junto a las propuestas para el diseño final del festival.
La presión de asegurar que todo estuviera en su lugar y funcionando a la perfección era abrumadora, sin embargo sabia que el éxito del festival cultural dependía en gran medida de su capacidad para manejar cada detalle y demanda con eficacia.
Cada documento que revisaba le recordaba la magnitud de su responsabilidad; no solo estaba organizando un evento importante, sino que también debía mantener los diversos grupos culturales, asegurándose de que todos tuvieran un espacio equitativo y bien representado.
El reloj en la pared marcaba las siete de la mañana, marcando el inicio de la jornada estudiantil para el equipo de baloncesto.
A medida que los miembros del consejo estudiantil comenzaban a llegar, ella ya había establecido el tono para la reunión. Cada uno de ellos se encontraba y se colocaba frente al asiento que mantenía su nombre brillando en la placa de bronce, asegurando que el orden y la jerarquía se respetaran desde el primer momento.
