Por aquél pequeño, aquél que ignoraba el dolor de la vida

7 0 0
                                    

Camino por las calles observado todas estas casas desgastadas por el tiempo, grises y tristes, tan solas y de apariencia melancólica adornadas vagamente con luces parpadeantes.
Lo hago junto a todas estas personas cansadas y tristes que caminan a sus propias casas grises con la mirada perdida.

Cuánto me gustaría volver a ser ese niño entusiasmado que reía y caminaba feliz todos los días.
Siempre con el rostro iluminado de una especie de esperanza que contagiaba a los mayores, dime ¿a dónde haz ido mi niño? Te extraño, tu dulzura y toda la vida que tenías.

Me duele ser solo lo que quedó de ti; un ser tan débil y completamente roto, soy una vida desperdiciada más, perdóname por no llevarte lejos y no cumplir tus sueños, perdóname por no volar alto como te hubiera gustado, perdóname por decepcionarte... pequeño yo.

Escribiendo desde el agujeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora