Sus pasos eran firmes, su postura era perfecta, su ramo ordenado, su vestido radiante, su pelo bien peinado y sin embargo por debajo del velo, solo había dolor, aunque no se mostrara. Ella se posicionó lo mejor que pudo y miró los ojos de quien sería su esposo.
-Está bien... Estoy bien...-susurró a sí misma, estaba asustada, apenas tenía 17 años y ahora iba a cumplir un cargo que contrastaba con sus grandes capacidades y logros.
Mientras el sacerdote hablaba fluidamente y recitaba sus líneas, Sofía miró al costado, encontrándose con la ingrata sorpresa de que su padre estaba allí... Esperando el momento final, ella suspiró pesadamente e imitó el gesto de desagrado de su padre, solamente para hacerlo enojar. Finalmente se terminó de recitar la línea y su contrario le sacó el velo, delicada y suavemente, para luego unir sus labios con los suyos, abrazándola de la cintura.
Pasaron las horas y Sofía se encontraba acostada en la cama matrimonial, esperando a que su ahora esposo llegara. La puerta de la habitación finalmente se abrió, dejando ver a un hombre alto, bien vestido, fornido y serio, quien se acercó de a poco.
-¿Do you speak english? ¿Can you understand this?-Preguntó sereno, sentándose al lado de Sofía-No hay problema si necesitas que te hable en español.
Sofía lo miró y empezó a temblar levemente, su mirada se empezó a humedecer y sus lágrimas empezaron a caer silenciosamente, junto con una respiración agitada.
-I-I know a li-little en-english...-Habló poco fluido y temerosa.
-Háblame en español, no hace falta la formalidad de hablar en inglés.
-E-está... B-bien, se-señor...-Dudó, empezando a llorar.
-Llámame Andrew o UK, no tengas miedo.
Andrew abrazó a Sofía, le secó las lágrimas con cuidado y acarició su mejilla. Se acercó a su cuello y dejó un beso, sin embargo sintió el corazón de Sofía acelerarse y las lágrimas caer, por tanto se separó rápidamente.
-Pe-perdón y-yo... Ju-juro cumplir a-a lo que s-se me ha man-mandado...-Lloró Sofía y se secó las lágrimas, para luego comenzar a quitarse la camisa.
-Tranquila... Yo no pregunté.
Andrew empezó a quitarle la camisa, desprendiendo botón por botón, luego, desató de a poco la parte superior de la falda, quitándosela y pasando por el corsé, que desató, dejando a la vista el cuerpo desnudo de Sofía, quien hizo un esfuerzo por no taparse debido al frío. El lo notó y ordenó traer frazadas para poner en la cama, mientras él la tapaba con una sábana.
-¿Mucho frío? ¿por qué no me lo dijiste?-preguntó.
Sofía solo miró al suelo y esperó hasta que las frazadas cubrieran la cama y en un punto quiso acostarse, pero Andrew la cargó con suavidad, para luego taparla y acomodarla en la cama. El se quitó la ropa y la dobló, dejándola en el mueble que tenía y acostándose con Sofía.
Sofía se movió y pasó su mano por las piernas de Andrew, temiendo cometer algún error, sin embargo el solamente la agarró de las muñecas y la abrazó.
-No es necesario hacerlo ahora, veo que realmente no quieres y eso está bien, así que solo deja que tu cuerpo descanse y luego veremos.
Sofía empezó a llorar, se sentía una deshonra, no sabía que hacer para "cumplir" su trabajo. Andrew la miró y se preguntó que hacía mal, así que decidió preguntar.
-¿Qué pasa? ¿Qué quieres? ¿Qué te doy?-La abrazó.
-D-deja que t-te de pla-placer...
-¿Quieres que yo sienta placer sexual?
-E-es pa-para lo que estoy...
-Si siento placer, ¿dejas de llorar?
-S-si, l-lo prometo...
El la miró y empezó a recorrer su cuerpo con besos y manoseando todo el cuerpo de Sofía. El se detuvo en un momento y acercó al cuello de la antes mencionada, empezó a dejar besos y escuchar lo que ella dejaba oír, eran suspiros suaves y armoniosos; a ella le gustaban los besos, luego empezó a morder despacio, los suspiros se hicieron más audibles y unos gemidos se presentaron, para terminar, el intentó dejar un chupón, sin embargo Sofía soltó un quejido de desagrado, a lo cual el dejó la acción y besó la zona.
-Perdón-habló.
-No es necesario, tú sigue... Es para lo que estoy-contestó más calmada.
El bajó hasta sus pechos, los miró y apretó suavemente uno de ellos, haciendo gemir a Sofía, quien se retorció un poco y buscó más de esos toques indebidos, luego el besó los mismos, lamiendolos y sintiendo como Sofía se erizaba y gemía audiblemente, lo cual le hizo aumentar la velocidad. Miró a Sofía y bajó a entre sus piernas, empezando a lamer sus piernas y subiendo de a poco, mordiendo las mismas con delicadeza, haciéndola gemir mucho más audible y bruscamente empezó a chupar el clitoris de la misma. Finalmente, llegado el punto en el que el cuerpo de Sofía no aguantó más y liberó aquel líquido, Andrew la abrazó y se posicionó para dormir a su lado.
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𝐷𝑒𝑠𝑎𝑠𝑡𝑟𝑒𝑠 𝐴𝑚𝑜𝑟𝑜𝑠𝑜𝑠
Random⚠️𝕬𝖙𝖊𝖓𝖈𝖎𝖔𝖓⚠️ 𝙲𝚘𝚗𝚝𝚎𝚗𝚒𝚍𝚘 𝚂𝚎𝚗𝚜𝚒𝚋𝚕𝚎: -𝙿𝚊𝚕𝚊𝚋𝚛𝚊𝚜 𝚏𝚞𝚎𝚛𝚝𝚎𝚜 -𝙿𝚛𝚘𝚋𝚕𝚎𝚖𝚊𝚝𝚒𝚌𝚊𝚜 𝚊𝚍𝚞𝚕𝚝𝚊𝚜 -𝚁𝚎𝚕𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗𝚎𝚜 𝚜𝚎𝚡𝚞𝚊𝚕𝚎𝚜 -𝚅𝚒𝚘𝚕𝚎𝚗𝚌𝚒𝚊 -𝚃𝚎𝚖𝚊𝚜 𝚜𝚎𝚗𝚜𝚒𝚋𝚕𝚎𝚜 (𝙰𝚋𝚘𝚛𝚝𝚘𝚜, 𝚟𝚒𝚘�...