"La Hechicera y el Legado Perdido"

CAPÍTULO 1

EL LLAMADO DEL ATENEO

Amara O'Donnell siempre había llevado una vida tranquila en su pequeño pueblo irlandés. Su hogar era una modesta cabaña en las afueras del pueblo, rodeada de verdes colinas y bosques espesos. Criada por su tía abuela Maeve tras la trágica muerte de sus padres, Amara había aprendido a apreciar la simplicidad de su existencia.

Maeve era una mujer sabia, que había transmitido a Amara las historias y leyendas de su familia con una mezcla de nostalgia y misterio.

Un día mientras Amara ayudaba a Maeve en su jardín, un ave mensajera descendió del cielo, y posó una carta en la mesa de piedra. La carta estaba sellada con un emblema dorado, y el sobre parecía brillar con una luz sutil.

Amara sorprendida y curiosa, rompió el sello con cuidado. Dentro encontró una invitación para asistir al Ateneo Arcano, una academia mágica ubicada en una dimensión paralela.

El texto de la carta era formal y enigmático. Explicaba que Amara era la última descendiente de un antiguo linaje de hechiceros, y que sus habilidades mágicas eran necesarias para cumplir con un destino grandioso. Aunque al principio dudaba de la autenticidad de la invitación, Maeve le aseguró que el mundo mágico del que hablaba la carta era real. Con el corazón acelerado por la mezcla de emoción y miedo, Amara se preparó para emprender el viaje hacia el Ateneo Arcano.

En el día de su partida, el pequeño pueblo parecía más vibrante de lo habitual. Los vecinos se despidieron de Amara con miradas de admiración y curiosidad. Maeve, con lágrimas en los ojos, le dió un abrazo cálido y un pequeño medallón familiar para protegerla en su viaje. Con una última mirada a su hogar, Amara cruzó el umbral del portal que la conduciría a una nueva vida.

Cuando el portal se cerró detrás de ella, Amara se encontró en un lugar completamente diferente. El Ateneo Arcano era una estructura majestuosa, situada en una colina rodeada de bosques encantados. Los edificios eran de piedra y cristal, con torres que se alzaban hacía el cielo y puentes que conectaban las diferentes secciones de la academia. La atmósfera estaba llena de magia, y el aire parecía vibrar con un poder antiguo.

Una vez dentro, Amara fue recibida por la directora del Ateneo, Lady Aislinn, una hechicera de apariencia elegante y autoritaria. Lady Aislinn le dio una cálida bienvenida y le explicó que el Ateneo era el lugar donde los jóvenes hechiceros y brujas eran entrenados para proteger el equilibrio entre los mundos. Amara se sintió abrumada por la magnitud de su nuevo entorno, pero también intrigada por las posibilidades que se ofrecían.

Lady Aislinn condujo a Amara a su habitación, un lugar acogedor con vistas a los jardines del Ateneo. Al mirar por la ventana, Amara vio a otros estudiantes que practicaban hechizos y conversaban animadamente. Aunque estaba emocionada, también se sentía insegura y sola. La carta mencionaba el Orbe de Eithne, pero aún no entendía completamente qué papel jugaría en su vida.

Esa noche, mientras se acomodaba en su cama, Amara reflexionó sobre la carta y el destino que parecía estar esperándola. A pesar de la incertidumbre, sabía que esta era una oportunidad que no podía dejar pasar. Estaba dispuesta a enfrentar lo que viniera, sin saber que su viaje estaba a punto de transformarse en una lucha épica entre la ambición y el poder absoluto.