capituló 7

78 9 8
                                    

Cuando Oikawa volvió a sentarse alrededor de la mesa de la cocina, el único asiento disponible era el que estaba al lado de Romero. Le dedicó una sonrisa cordial cuando sacó la silla, y aunque Tooru intentó responder del mismo modo, su sonrisa todavía daba la impresión de que acababa de morder un limón. Habría preferido que el campeón lo ignorara, o mostrara desprecio hacia quien le había roto el corazón a su amigo; al menos le habría dado a Oikawa una razón para devolverle su desdén.

Quizás por eso Tobio está saliendo con él. Porque es cariñoso y maduro, y no me odia a pesar de que tengo un vínculo especial con su novio.

…A diferencia de mí.

Ignoró el pensamiento, todavía cansado por sus recientes exploraciones. Miwa, frente a él, se había encerrado en sí misma y miraba fijamente una esquina de la mesa, con los brazos cruzados y la mirada sombría; La policía siguió haciendo su parte por su cuenta.

-Debieron haber al menos dos secuestradores para poder controlarlo y transportarlo fuera del apartamento. Pero sin imágenes de CCTV, no hay forma de estar seguro. Iré allí para ver si hay este tipo de equipos en el edificio y si es posible recuperar las imágenes; en caso contrario, los de las calles vecinas.

-Vuelve a la comisaría a buscar refuerzos, aconsejó su colega. Y dígales que no alerten a los medios ahora. Llámame tan pronto como tengas algo.

Recogió sus cosas y asintió a modo de saludo, prometiendo que regresaría con información en unas horas. Oikawa consideró cambiar de lugar y tomar la silla ahora vacía, pero se sentía demasiado cansado para moverse.

-¿Sabes si tenía enemigos? ¿Gente que podría culparlo? -preguntó el otro policía después de que su colega se hubo marchado.

-No lo creo, respondió Ushijima. Tenemos rivales, pero sigue siendo juego limpio. Aunque es seguro que tendremos dificultades para mantenernos en lo más alto del campeonato sin nuestro pasador titular.

Romero pareció entender los términos del voleibol, porque de inmediato respondió:

No todo es voleibol, Wakatoshi.

-A Miya Atsumu no parecía gustarle. Derrocar a Kageyama le garantizaría un lugar en la selección nacional.

Oikawa comenzó a toser ostentosamente, dando a entender que él también tenía la intención de unirse al equipo nacional; Luego se corrigió, por decencia. Aunque no podía soportar a Miya Atsumu por múltiples razones, no creía que el pasador de los Jackals llegaría tan lejos. Y tenía la intención de ganarse su lugar en la selección nacional de manera justa.

-Puede ser una pista, declaró el policía. Kageyama-san es alguien muy conocido incluso fuera del mundo del deporte. Hizo varias apariciones en televisión y en revistas, incluso hizo publicidad... No es casualidad que fuera él quien fuera atacado.

Anotó algunas frases en su cuaderno y continuó con aire profesional:

-Aún no tenemos una demanda de rescate, dicho esto. Eso es lo que deberías esperar, en este tipo de casos, pero ya han pasado más de nueve horas. Lo extraño es que atacaron precisamente cuando Kageyama-san estaba solo... Ushijima-san, ¿quién sabía que no estabas esa noche?

-Hm… Mi equipo, respondió Ushijima lentamente. Creo que los que participaron en el viaje y el entorno más cercano a los jugadores. Pero Kageyama también tuvo que irse. Fue herido apenas el día anterior.

ResonanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora