Five Days | Izuku Midoriya |

Character 3

El silencio en el pasillo donde esperaban Midoriya, Bakugo, y Todoroki se rompió de repente por el sonido estruendoso de cristales rompiéndose. Los tres jóvenes héroes reaccionaron al instante, girándose hacia la dirección del ruido: el baño de mujeres. Todoroki fue el primero en moverse, su rostro pasando de la tranquilidad a una mezcla de preocupación y alerta.

Sin perder un segundo, Todoroki se acercó al baño y, sin dudarlo, abrió la puerta con fuerza. Lo que encontró dentro lo dejó sin aliento por un instante: los restos de la ventana rota en el suelo, los cristales esparcidos por todas partes, y el viento fresco entrando por el agujero donde antes estaba el vidrio. Pero lo más inquietante era la ausencia de Sora.

Sus ojos, rápidamente acostumbrándose a la escena, captaron un pequeño detalle que lo hizo reaccionar aún más rápido: un mechón de pelo blanco atrapado en los bordes afilados de la ventana rota. No había duda, Sora había sido secuestrada.

"Tod-" Midoriya comenzó a preguntar al entrar al baño, pero Todoroki lo interrumpió con una voz llena de urgencia.

"¡Se la llevaron!" gritó Todoroki mientras se acercaba a la ventana rota y miraba hacia afuera. La adrenalina comenzaba a invadir su cuerpo, y sin pensarlo más, saltó por la ventana, cayendo hacia la calle que estaba varios pisos abajo.

"¡Maldita sea!" exclamó Bakugo, comprendiendo rápidamente la gravedad de la situación. Sin esperar a que Midoriya reaccionara, también corrió hacia la ventana y usó sus explosiones para lanzarse al aire, siguiendo a Todoroki.

Midoriya, aunque conmocionado, se apresuró tras ellos, lanzándose por la ventana mientras activaba su Quirk para amortiguar la caída y seguir a sus amigos. En su mente, solo una cosa importaba: salvar a Sora

El villano, aún sosteniendo a Sora en su forma de conejo, cayó con agilidad en un callejón estrecho detrás del centro comercial. Miró rápidamente alrededor, buscando la mejor ruta de escape. Pero antes de que pudiera hacer un movimiento, escuchó un sonido familiar, un rugido que se acercaba rápidamente: era Bakugo, volando hacia él con una furia implacable en los ojos.

"¡Suéltala, bastardo!" rugió Bakugo mientras se lanzaba directamente hacia el villano con una explosión preparada en su mano.

El villano apenas tuvo tiempo de reaccionar. Saltó hacia un lado, evitando por poco el ataque explosivo de Bakugo, pero no sin soltar un gruñido de frustración. Sabía que no podía enfrentarse a los tres héroes y salir ileso, especialmente con la carga que llevaba.

Todoroki llegó al callejón justo detrás de Bakugo, deslizándose sobre una capa de hielo que creó al aterrizar. Sin perder tiempo, extendió su mano derecha, lanzando un torrente de fuego en dirección al villano, obligándolo a retroceder aún más.

"¡No vas a escapar!" declaró Todoroki, su voz fría y decidida.

Pero el villano, desesperado y con el conejo asustado todavía en sus manos, tomó una decisión rápida. Sacó un pequeño dispositivo de su bolsillo y lo activó, generando una nube densa de humo que llenó todo el callejón en un instante.

Midoriya llegó justo cuando la nube de humo envolvía el área. "¡Cuidado, es una cortina de escape!" gritó, su vista borrosa por la espesa nube.

Los tres héroes se dispersaron, buscando una forma de detener al villano. Sin embargo, el villano había previsto este tipo de situación. Usando el humo como cobertura, escaló rápidamente una pared cercana, usando sus propias habilidades para escabullirse por los techos, llevando consigo a Sora, que seguía atrapada en su forma de conejo, completamente aterrorizada.

"¡No puede estar lejos!" gritó Midoriya, escaneando la azotea con la mirada mientras el humo comenzaba a disiparse. Su mente trabajaba a toda velocidad, buscando la manera de localizar al villano antes de que fuera demasiado tarde.