resumen

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Tzuyu siempre había sido la estrella de todas las sesiones de fotos, pero hoy era diferente. El estudio estaba lleno de luces brillantes y cámaras enfocadas en ella, pero su atención estaba completamente fija en una persona: Mina, la fotógrafa.

Mina era conocida por su profesionalismo, pero desde que Tzuyu comenzó a trabajar con ella, había notado una tensión entre ambas. Cada disparo de la cámara parecía capturar algo más que una simple imagen; había una conexión latente entre ellas, algo que ambas intentaban ignorar.

Cuando la sesión terminó, el equipo comenzó a desmontar el set, pero Mina le pidió a Tzuyu que se quedara para unas tomas finales, en privado. Solo ellas dos, bajo la luz suave que quedaba.

Mina se acercó, cámara en mano, pero esta vez no fue para tomar una foto. Con un suave toque, deslizó sus dedos por la mandíbula de Tzuyu, trazando el contorno de su rostro. Sus miradas se encontraron, y el deseo contenido finalmente explotó.

Sin decir una palabra, Tzuyu la tomó por la cintura, acercándola más, y sus labios se encontraron en un beso ardiente. Las cámaras seguían en el set, pero en ese momento, no había actuación ni poses preparadas. Era pura pasión, desenfrenada e incontrolable.

Sus cuerpos se unieron en un frenesí de caricias y besos, desbordando todo lo que habían reprimido durante tanto tiempo. La ropa fue cayendo al suelo mientras la intensidad crecía, y la habitación se llenó con los sonidos de su deseo.

Mina, con sus manos expertas, guió a Tzuyu hacia una experiencia que ninguna de las dos olvidaría jamás. Cada toque, cada susurro entre ellas era eléctrico, como si cada movimiento estuviera coreografiado por la pasión misma.

Al final, ambas yacían juntas, respirando agitadamente bajo las luces que aún titilaban. Lo que había comenzado como una sesión de fotos se había convertido en algo mucho más íntimo, algo que ni las cámaras podrían capturar por completo.

Y así, entre las sombras y las luces, encontraron un tipo de conexión que solo podía surgir cuando el deseo se mezclaba con la pasión artística. Tzuyu y Mina sabían que lo que habían compartido esa noche era único, y aunque el set estaba vacío, sus corazones latían con una intensidad que ninguna cámara podría captar.

Luces, Cámara y SexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora