Capítulo 4: Rendición Total

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El ritmo acelerado de sus corazones resonaba en el pequeño rincón del set, donde solo existían Tzuyu y Mina. Cada susurro y gemido llenaba el espacio con una intimidad electrizante. Tzuyu estaba completamente bajo el hechizo de Mina, sus sentidos sobrecargados por el placer que emanaba de cada caricia, de cada toque.

Mina, perdida en la intensidad del momento, dejó que sus manos vagaran por el cuerpo de Tzuyu, descubriendo cada centímetro de su piel con una precisión asombrosa. La dureza que sentía bajo sus dedos la fascinaba, despertando un deseo profundo y desenfrenado en su interior.

La fotógrafa se movió para subirse a la mesa con Tzuyu, sus piernas envolviendo la cintura de la modelo mientras sus labios volvían a encontrarse en un beso desesperado. Sus manos se aferraban con fuerza a los hombros de Tzuyu, como si necesitara sentir cada músculo bajo su piel. Sin dejar de besarla, Mina ajustó sus caderas, moviéndose lentamente para sentir más de ella.

Tzuyu dejó escapar un gemido ronco al sentir la fricción entre sus cuerpos. El placer se intensificaba con cada movimiento, y aunque trataba de mantener el control, Mina hacía que fuera imposible. La fotógrafa estaba completamente entregada al momento, sus manos guiando a Tzuyu de una manera que la dejaba sin aliento.

"Más... Mina," susurró Tzuyu, sus ojos cerrados mientras se dejaba llevar por la marea de sensaciones que la envolvía.

Mina sonrió contra sus labios y aceleró el ritmo, moviéndose con una precisión que solo alguien con tanta pasión y dedicación podría lograr. Tzuyu, con cada empuje, se sentía más cerca del borde, su respiración entrecortada mientras su cuerpo respondía a las demandas de Mina.

El mundo exterior dejó de existir para ambas, reemplazado por el calor, la conexión y el deseo que compartían en ese momento. No había pasado, ni futuro. Solo ellas dos, unidas en un acto de rendición total.

Finalmente, con un gemido ahogado, Tzuyu sintió cómo su cuerpo alcanzaba el límite. El placer la recorrió como una ola poderosa, haciéndola temblar mientras Mina la sostenía, manteniéndola anclada en el momento. El clímax fue tan intenso que ambas quedaron jadeando, sus cuerpos exhaustos y satisfechos.

Por un instante, el silencio se adueñó del set, roto solo por sus respiraciones pesadas. Mina, aún envuelta en los brazos de Tzuyu, levantó la mirada y sonrió. "Eso fue... increíble," murmuró.

Tzuyu asintió, incapaz de encontrar las palabras adecuadas. Solo podía mirarla, sintiendo que este momento había cambiado algo en ellas. Algo más profundo que una simple sesión de pasión.

Luces, Cámara y SexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora