La Criatura I

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Desperté con la respiración sofocada y una enorme presión en el pecho; como si algo muy pesado se hubiese asentado allí y no me permitiese moverme ni respirar con normalidad. Intenté ver a mi alrededor, pero todo lo que había era oscuridad; aunque no sabía si se trataba de la oscuridad de la noche o la de mis propios párpados cerrados; pues no sabía si estaba despierta o dormida; sólo que estaba paralizada... y que tenía el horrible presentimiento de que algo o alguien me observaba en la oscuridad.

El miedo se apoderó de mí. Mis ojos se avezaron a la escasa luz y sólo entonces supe que los tenía abiertos desde un principio, pues distinguí las formas de los muebles de mi cuarto a mi alrededor; aunque lucían distorsionados y parecía que se movían pesadamente.

Cerré los ojos. Volví a abrirlos... y una horrorosa imagen colmó mi visión.

En un principio no pude distinguir que era; pero tenía la forma de un rostro alargado y anguloso. Una sonrisa alargada y aterradora fue todo lo que mi visión alcanzó a registrar en la oscuridad antes de despertarme de golpe.

Respiraba a jadeos, temblando de terror. Estiré la mano y encendí rápidamente la lámpara de mi cuarto. Mis muebles estaban en su sitio correcto; ya no se movían... y el rostro había desaparecido.

O al menos lo había hecho del cuarto... pues pulsaba todavía, fresco en mi memoria.


• • •


—¡Lucy! Creo que encontré algo —me dijo Jenny, arrancándome del breve periodo de disociación en que me había sumido mientras ella googleaba mis síntomas en su móvil.

—¿Sí? —la miré esperanzada.

—Tiene que ser «parálisis del sueño» —recitó Jenny, leyendo el término en su móvil—. Literalmente es los mismo que describes. El no poder moverte, la falta de aliento...

—¿Qué lo causa? —le pregunté y bebí un trago largo de «Monster»; tanto para recobrar una parte de las energías que había fallado en restablecer con mi noche de descanso deficiente, como para paliar la ansiedad de azúcar que me atacaba en momentos así.

—Ansiedad, estrés, cambios en tu vida o en tu rutina... Hay muchas posibles razones. Incluso dormirte en ciertas posiciones. ¿Cuál crees que sea?

No pude responder. Podría ser cualquiera... o todas. Todas eras una opción. En vez de eso, me enfoqué en la parte que quizá sí podía controlar:

—¿Cómo hago que pare?

Los ojos verdosos de Jenny regresaron a la luz de la pantalla de su móvil y torció los labios en un gesto poco esperanzador:

—No dice nada concreto. Solo evitar las cosas que te causan estrés. —declaró, provocándome un suspiro derrotado.

—El estrés es lo que lo causa, pero despertar paralizada cada noche sin poder respirar es lo que me está provocando más estrés.

Jenny se calló por un momento y luego me miró de refilón. Echó un vistazo discreto alrededor antes de hablar:

—¿Qué hay... del rostro?

—Por favor... No me lo recuerdes —pedí, llevándome las manos a los ojos. Me los froté con tanta fuerza que agradecí no haber tenido tiempo ese día de ponerme maquillaje que pudiera estropear y acabar luciendo peor de lo que seguramente ya lucía.

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⏰ Last updated: Aug 20, 2024 ⏰

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