Epílogo.

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— ¡Que les vaya bien! — Jake despidió a la pequeña familia con una sonrisa, brindándole una mirada amorosa a la pequeña integrante de los tres antes de verlos salir de la cafetería con su pedido en mano

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— ¡Que les vaya bien! — Jake despidió a la pequeña familia con una sonrisa, brindándole una mirada amorosa a la pequeña integrante de los tres antes de verlos salir de la cafetería con su pedido en mano.

Después de un año desde la finalización del cortejo, las cosas habían ido mejorado de manera considerable. Jake había expandido su cafetería a una segunda sucursal, y si todo marchaba bien, estaría abriendo una tercera a partir del próximo año; Sunghoon seguía trabajando en la misma empresa, llevando el orden y sus inversiones a negocios de manera internacional, tratando de mantener su reconocimiento en alto. Después de hablar, habían decidido comenzar a vivir juntos con el deseo de ya no estar tanto tiempo separados, comprando una pequeña residencia que quedara tan cerca de sus trabajos como fuera posible, cambiando de aires y admirando la otra parte de la ciudad.

Jake había ascendido a Sunoo como jefe de la segunda sucursal, confiándole plenamente la mitad de su negocio. Sabía que podía contar con él, así que no había dudado en sugerirle un cambio de planes que, en lugar de seguir trabajando hombro con hombro, ofrecerle la oportunidad de un puesto más alto y con personas a su mando. Sunoo aún no caía en cuenta la responsabilidad que estaba sobre sus hombros, pero lo estaba llevando tan bien como el castaño imaginó cuando se lo propuso. De igual manera sabía que no estaba solo, puesto que había encontrado un alfa que lo ayudara y, como si el mundo no fuera lo suficientemente pequeño, había resultado su destinado y ahora estaban enlazados mientras trabajaban en el mismo espacio.

La mente del omega se había comenzado a inquietar desde hace un par de semanas, después de haber cumplido el año de estar enlazado con su alfa, había pensado que jamás habían tenido una conversación sobre expandir a su pequeña familia de dos integrantes. No recuerda haber escuchado en solo una ocasión que Sunghoon mencionara la idea de tener cachorros, ¿acaso él no quería formar su propia manada? La idea lo desconcertaba, puesto que tanto su lobo como él anhelaban una familia, se imaginaba con dos o tres cachorros revoltosos por toda la casa mientras los miraba con adoración, quería aquella convivencia que solo había estado anhelando por años.

Pero tampoco quería apresurar las cosas, quería comprender la situación si su alfa opinaba lo contrario; lástima que aquella espinita no salía de su pecho y, con cada niño o bebé que veía en su cafetería o en los lugares donde frecuentaba, lo hacían querer concebir, imaginarse teniendo su propia familia lo ponía feliz y triste al mismo tiempo.

Con un pensamiento formándose en su cabeza, esa misma noche se decidió a que le preguntaría a Sunghoon sobre comenzar a formar una familia.

Con un pensamiento formándose en su cabeza, esa misma noche se decidió a que le preguntaría a Sunghoon sobre comenzar a formar una familia

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𓏲 ๋࣭   ࣪˖ 𝐂𝐨𝐟𝐟𝐞𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora