.·º GL Oneshots º·.

Gundam, The Witch from Mercury: ꕥ S.O.S ꕥ

Ship: Suletta x Miorine *Verdaderamente no hay demasiada interacción entre ellas pero lo compensé con un poco de Miorine y Ericht~ 

* Si no estás de acuerdo con esta pareja, por favor no malgastes tu tiempo aquí *

Los sucesos de este Oneshot suceden después de la finalización del anime y no tienen en cuenta actos o detalles desarrollados en las novelas posteriores.

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- ¡Ey, Suletta! ¡Despierta, Suletta!

Desde cabina, los chicos escuchaban como tras un breve momento de alivio, Miroine volvía a entrar en pánico pues los ojos azules de la joven piloto habían vuelto a cerrarse. No importaba lo mucho que su prometida la zarandease en mitad del espacio, poco a poco, la desesperanza se abría de nuevo camino entre los que tenían conexión con ellas:

- ¡Para, Miorine! – Exclamó alguien en el altavoz del casco – ¡Llevémosla a cualquiera de las naves con atención médica!

Cuando la muchacha miró hacia atrás, el robot que la había transportado hasta el cuerpo flotante de Suletta ya movía las manos para cogerlas y seguir las órdenes lanzadas, sin importar lo que la peliblanca tuviera que objetar al respecto. 

El camino hacia la sede más cercana se le hizo eterno pero Miorine tenía que aceptar que si quería salvar la vida de la chica que sostenía entre sus brazos, no le quedaba más remedio que esperar y confiar en la tecnología que su propio equipo había desarrollado. Sin embargo, mientras se alejaba del punto en el que habían localizado a Suletta, unos destellos llamaron su atención por un momento, haciéndola desviar la mirada hasta aquel lugar en mitad del espacio: Eran destellos prolongados e intermitentes así que era imposible que se tratara del brillar de una estrella lejana. Ella ladeó la cabeza, confusa. Tres señales largas, tres más cortas. Y vuelta a empezar ¿Qué demonios era eso?

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Las horas pasaban en la sala de espera sin ningún tipo de noticias. Los médicos entraban y salían de la sala donde Suletta permanecía, pero ninguno tenía tiempo de informar sobre la vida de la pelirroja. Miorine se temía lo peor, todo apuntaba a que su prometida sufría una terrible contaminación por haber estado sometida a la tormenta de datos durante demasiado tiempo. Estúpida Suletta, le iba a caer una buena cuando despertase:

- Deberías salir de aquí y darte una ducha.

La joven alzó la mirada hasta cruzarla con Guel:

- No voy a moverme de aquí.

- No puedes pasarte los días en esa silla, sin comer ni hacer otra cosa que no sea esperar.

- ¿Y qué debería hacer, eh?

- Qué se yo, cualquier cosa que no te lleve a caer en el pozo otra vez.

- Lo que me llevará de nuevo al pozo será ver que Suletta no... no...

Ni siquiera tenía valor de decirlo en voz alta así que, para disimular, Miorine se mordió el labio inferior y se puso de pie:

- Iré a por algo de beber – zanjó, desviando la mirada con energía –. No te muevas de aquí, o lo lamentarás.

Guel sonrió, él tampoco estaba en su mejor momento pero no quedaban muchas más personas en aquella nave como para convencer a la prometida de que se relajara un poco.

En su camino hacia la primera máquina expendedora, Miorine aceptó que las palabras de Guel tenían bastante razón. Aún con el traje espacial puesto, el apestoso olor que emergía de ella era bastante notorio así que quizá, solo quizá, si que necesitase darse una ducha antes de regresar a la habitación en la que llevaba una cantidad incontable de horas. Allí ya no quedaban muchos amigos, la mayoría habían sido llevados a otro tipo de instalaciones para tomar declaraciones, rellenar formularios, dar ruedas de prensa y un montón de quehaceres que por ley, debería haber afrontado ella.