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Acordamos vernos pronto. Me dio mucha vergüenza decirle que anhelaba verlo al día siguiente o que seguir viéndolo allí mismo y que él no debía separarse ya jamás de mi. A pesar de que mi memoria es sorprendente, tengo de pronto, lagunas inexplicables. No sé, él me respondió en que debía irse. Me dió su número y justo esa misma noche lo llamé, pero alguien en esa llamada estaba impidiendo a Neptuno hablar.
Y desde ahí justo esa voz la reconocía.
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Llamé cinco minutos antes de que él me colgara. Instantáneamente oí la voz de Neptuno, pero con un tono casi de formalidad como oficinas del estado, también pareció vacilar por un segundo, ya me estaba afanando su comportamiento impresiso para mi. Menos mal que al fin atendió a mi llamado, pero no me dejaba del todo claro sus falacias.
...
—¿Por qué no contestaba?
—Estaba intentado mantenerme lejos del sonido, ahora que estoy acá en esta habitación saben que no deben molestarme. Usted disculpe.
Por un momento sentí que temblé en extremo, cosa que me dejé llevar a mis tontas y ridículas guerras en mi mente.
...
—Necesito verlo, Neptuno— Dije con una calmada violencia—. No he hecho otra cosa que pensar en usted desde el medio día.
Él no respondió.—¿Por qué no responde?—Me estaba desesperando.
—Urano...—Comenzó con indecisión.
—¡No me diga Urano!—Grité indignado.
—... Jorge... — Dijo entonces, con timidez.
Sentí que una interminable felicidad comenzaba con esa única palabra.Pero Neptuno se había detenido nuevamente.
—¿Qué pasa?—Pregunté—¿Por qué no habla? Se tornó el silencio.
—Yo también— Musitó.
—¿Yo también qué?—Pregunté con ansiedad.
—Que yo también no he hecho más que pensar.
—¿Pero pensar en qué?— Seguí preguntando, insaciable.
—En todo.
—¿Cómo en todo? ¿en qué?
—En lo extraño que es todo esto... Lo de su cuadro... El encuentro de ayer... Lo de hoy... yo qué sé... la imprecisión siempre me ha irritado.
—Si, pero yo digo que no he dejando de pensar en usted— Respondí — Usted no me dice que haya pensado en mí.
Pasó un instante. Luego respondió.
—Todo es extraño Jorge, tú y yo en algo extraño como esto. Ha sido tan extraño que estoy perturbado... Claro que pensé en usted....
Mi corazón golpeó.
Necesitaba detalles; me emocionan los detalles, no las generalidades.
—¿Pero cómo, cómo?...—Pregunté con creciente ansiedad —Yo he pensado en cada uno de sus rasgos, en su perfil cuando miraba al árbol, en su pelo azulado, en sus ojos duros y cómo de pronto se hacen blandos, en su forma de caminar...
—Tengo que cortar— Me interrumpió de pronto— Necesito atender a alguien que me busca.
—Lo llamaré mañana temprano— Le alcancé a decir, con desesperación. Claro que me produjo una clase de celos por saber quién era ese alguien que lo buscaba, pero... Terminé escuchando a más allá del rechinar de la puerta abrirse, una voz familiar de la que tuvo que ver ante mi crimen....
Colgó.
Y lo único después de eso, fue una noche bastante AGITADA. No pude dibujar ni pintar, aunque intenté muchas veces empezar algo. Salí a caminar y de pronto me encontré en la calle Vinci. Me pasaba algo muy extraño en mi forma de ser, miraba con simpatía a todo el mundo. Creo haber dicho que me he propuesto hacer este relato en forma totalmente imparcial, y ahora daré la primera prueba, confesando uno de mis peores defectos.
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EL REFLEJO DEL ALMA. URANOxNEPTUNO.
FantasyEn las sombras de la mente humana, un joven apodado como Ur-ano, es un pintor atormentado que se sumerge en una profunda obsesión y desesperación de estar siempre al lado de la única persona que lo había comprendido. Lamentablemente lo dejó todo po...