Mientras caminaba por los callejones de la ciudad, ahora liderada por los niñitos de Furin, no podía evitar pensar en Chika. Mi líder, la persona más hermosa que había conocido. Me había dado una tarea, y yo la había cumplido con éxito. Pero ahora, Chika parecía aburrido. No lo había visto con esa mirada y sonrisa desde que nos fuimos de Furin.
Pero yo lo aceptaba. Algo divertido. Me gustaba verlo así.
Mientras seguía caminando, noté a un chico con cabello de dos colores, blanco y negro. Nunca lo había visto en la ciudad. Debe ser nuevo.
Desde lejos, lo vi defenderse contra unos tipos que lo atacaban. Sonreía, y algo en mí se encendió. Ese chico sería mío. Lo quería para mí, y lo tendría. Pero ahora, lo dejaría tranquilo. Que sea feliz mientras pueda.
Regresé con Chika, sintiendo una extraña felicidad. Me preguntó por qué estaba sonriendo, y le conté sobre mi nueva obsesión.
"Es un lindo espejo, ese chico. Tan puro y brillante. Pero haré que deje de serlo".
Chika me miró indiferente, pero pude ver un destello de interés en sus ojos. No le importaba lo que tramaba, pero esperaba que fuera divertido.
"¿Y quién es este chico?" preguntó, su voz baja y fría.
"Sakura", respondí, sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda. "Y será mío".
Chika se recostó en su silla, su mirada fija en mí. "Sakura, ¿eh? Me intriga. Cuéntame más".
Me acerqué a él, mi corazón latiendo con emoción. "Es diferente a los demás, Chika. Hay algo en él que me atrae. Algo que me hace querer poseerlo".
Chika sonrió, su sonrisa lenta y fría, esa sonrisa que me asusta demasiado, su locura de cuando tengo algo divertido para él. "Me gusta. Me gusta ver tu pasión, Endou. Me gusta ver que hay alguien que te hace sentir así".
Me detuve frente a él, mi mirada fija en la suya. "Quiero que sea mío, Chika. Quiero que sea solo mío".
Chika se rió, su risa baja y peligrosa. "Oh, Endou. Siempre tan posesivo. Pero me gusta. Me gusta ver que te importa".
Se levantó de su silla y se acercó a mí, su mirada fija en la mía. "Hazlo, Endou. Haz que Sakura sea tuyo. Pero recuerda, no te dejes llevar por tus emociones. No te dejes llevar por tu pasión".
Asentí, mi corazón latiendo con emoción. "Lo haré, Chika. Lo haré".
Chika sonrió de nuevo, su sonrisa llena de promesas peligrosas. "Me gusta ver que estás decidido, Endou. Me gusta ver que vas a hacer que esto sea divertido".
Endou sonrió para sí mismo mientras pensaba en su plan. Quería que Sakura fuera suyo, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para lograrlo. En su mente, planeaba un plan minucioso para hacer que Sakura dejara de ser parte de Furin y se convirtiera en algo suyo.
"Lo haré perder todo", pensó Endou. "Lo haré perder a sus amigos, su hogar, su seguridad. Y cuando esté en su punto más bajo, iré a salvarlo. Seré su única esperanza, su único refugio".
Endou se rió para sí mismo, sabiendo que su plan era perfecto. Sakura no tendría escape de él, no tendría a dónde ir. Y cuando finalmente se diera cuenta de que Endou era su única opción, estaría completamente bajo su control.
"Y entonces", pensó Endou, "podré hacer con él lo que quiera. Podré moldearlo, cambiarlo, hacer que sea mío. Y él no podrá hacer nada para detenerme".
Endou se sintió emocionado con la idea de tener a Sakura completamente bajo su control. Sabía que era un plan peligroso, pero no le importaba. Estaba dispuesto a correr cualquier riesgo para lograr su objetivo.
"Y cuando finalmente lo tenga", pensó Endou, "no lo dejaré ir. Nunca lo dejaré ir".
ESTÁS LEYENDO
El Espejo Roto
FanfictionSakura, un estudiante de secundaria, se siente atraído por Endou, un enigmático y dominante hombre mayor por algunos años, que despertó una obsesión peligrosa en él. A medida que su fascinación crece, Sakura se somete a un juego de manipulación y co...