Cambio

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Sakura se despertó con un dolor intenso en todo su cuerpo. Tenía moretones en los brazos, piernas y torso, y cada movimiento le provocaba una oleada de dolor. Sus piernas temblaban como si no pudieran sostener su peso.

La cabeza le dolía terriblemente, y cada pensamiento parecía una aguja que se clavaba en su cerebro. Intentó sentarse, pero el dolor lo hizo retroceder.

Miró su teléfono y vio varios mensajes de Endou. "¿Dónde estás?", "¿Estás bien?", "Necesito verte". Sakura se sintió confundido y asustado. No recordaba cómo había llegado allí, ni por qué no estaba en su casa.

De repente, la memoria de los eventos del día anterior comenzó a regresar. Chika, la pastilla, el dolor... Sakura se sintió mareado y náuseas.

"¿Dónde estoy?", se preguntó, mirando alrededor. No reconocía el lugar. Era un departamento lujoso, pero no era su hogar.

Chika se acercó a Sakura, su mirada intensa y llena de deseo. Tomó el rostro de Sakura entre sus manos y lo besó profundamente. Sakura, aún débil y confundido, se sintió atrapado en la pasión de Chika.

Al principio, Sakura intentó resistirse, pero su cuerpo parecía tener vida propia. Sus labios se abrieron bajo la presión de Chika, y su lengua se entrelazó con la de él. El beso era intenso y apasionado, y Sakura se sintió arrastrado por la corriente de emociones.

Su cuerpo comenzó a reaccionar a las caricias de Chika, despertando sensaciones que Sakura no podía controlar. Su corazón latía rápidamente, y su piel se estremecía bajo los dedos de Chika.

Chika se dio cuenta de la reacción de Sakura y sonrió para sí mismo. Sabía que había logrado romper la barrera de resistencia de Sakura, y que ahora podía manipularlo a su antojo.

Sakura, sin embargo, se sentía confundido y asustado. No entendía por qué su cuerpo reaccionaba de esa manera, ni por qué se sentía atraído por Chika a pesar de todo lo que había pasado.

La oscuridad se cerró sobre ellos, y Sakura se sintió perdido en un mar de emociones contradictorias. No sabía qué era lo correcto ni qué era lo incorrecto, solo sabía que estaba atrapado en una red de pasión y obsesión de la que no podía escapar.

Sakura se estremeció cuando Chika besó su cuello, sintiendo una mezcla de miedo y excitación. La voz de Chika era suave y persuasiva, pero había una nota de posesión y control que hizo que Sakura se sintiera incómodo.

"Quiero que me des ese celular", dijo Chika, su aliento cálido en la oreja de Sakura. "Yo te compraré otro, más lindo. Solo debes verme a mí".

Sakura se sintió atrapado, sin saber qué hacer. Su teléfono era su única conexión con el mundo exterior, con Endou y sus amigos. Pero Chika parecía dispuesto a hacer cualquier cosa para mantenerlo aislado.

"Dime, Sakura", dijo Chika, su voz baja y seductora. "Eres mío?".

Sakura se sintió una oleada de pánico. No quería pertenecer a Chika, no quería ser su prisionero. Pero su cuerpo parecía traicionarlo, respondiendo a las caricias y besos de Chika.

"No", intentó decir Sakura, pero su voz salió débil y apenas audible.

Chika se rió suavemente, su mirada intensa y posesiva. "Sí, eres mío", dijo, besando de nuevo el cuello de Sakura. "Y pronto lo entenderás".

Chika se rió con sarcasmo, burlándose de Sakura. "Crees que Endou es mejor que yo", dijo, su voz llena de desdén. "Pero él quería hacerte lo mismo. Quería poseerte, controlarte, hacer que te sometieras a él".

Sakura se sintió impactado por las palabras de Chika. No podía creer que Endou, su amigo y confidente, tuviera intenciones similares. Se sentía confundido y traicionado.

"No es cierto", intentó decir Sakura, pero su voz salió débil.

Chika se acercó más, su mirada intensa y acusadora. "Sí, es cierto", dijo. "Endou solo quería usar su encanto y su popularidad para tenerte bajo su control.

El Espejo Roto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora