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El ambiente a su alrededor pasaba a segundo plano, observando nuevamente su móvil, suspira y marca el número de su madre.

El buzón de voz era lo único que escuchaba y en nada ayudaba el deseo egoísta que tenía de no volver, viviendo en los dormitorios jamás tuvo el deseo de volver a donde creció, un lugar tortuoso y carente de protección. Su madre no respondía sus llamadas y comenzaba a preocuparse, aquello no era normal, ella siempre estaba atenta a su hijo y que no esté en contacto con ella desde hace días avecinaba su preocupación, se preguntaba si su padre había regresado para amenazarla otra vez.

Las apuestas, malos tratos, golpes, gritos, insultos, y el aroma a alcohol barato y putrefacción era distinción de donde nació, un insólito lugar de mala muerte que Rusia escondía. En las noches que su padre llegaba a media noche eclipsado de alcohol y perfume barato, tomaba rublos de su cartera para poder costear su comida del día siguiente. A la edad de 14 años se vio obligado a abandonar la escuela y mantener cero contacto con SeokJin y Yoongi debido a que comenzó a trabajar, la carencia azotó en su hogar y él fue el dueño de toda responsabilidad. Su padre se iba por meses y regresaba solo a amortiguar a su madre.

Después de todo para NamJoon no sirvió de nada ser un alfa, en una de sus crisis llegaba deambulando sin comer a calles de prostitución. La necesidad del dinero era más fuerte que su orgullo pero nadie lo aceptaba, era un alfa.

¿La razón? «Un alfa no se lubricaría y daría placer como lo hace un omega.»

Se odiaba, odiaba ser un alfa.

Internamente, anhelaba ser un omega.

Se recuerda a él mismo a las tres de la mañana estudiando para poder obtener una de las pocas becas que afortunadamente consiguió para poder entrar a Lomonosov University. Era tedioso, por supuesto, mientras iba a clases y escuchaba en silencio como sus compañeros se quejaban de la comida que servían en los comedores, NamJoon se quejaba en silencio de no poder encontrar rublos suficientes para poder pagar su inscripción al curso.

La preocupación latente de no haber visitado a su madre desde hace tres semanas comenzaba a deteriorar su estado.

Cuelga y marca nuevamente pensando en proponer a su madre que él vaya a vivir con ella para que tenga alguien quien la cuide si está insegura.

──¿Crees que Yoon esté bien?── la voz de SeokJin interrumpe sus pensamientos y lo observa cuando se termina el sonido del buzón de voz.

El alfa ladea la cabeza dirigiéndose al punto de mirada del beta. SeokJin podría bromear en muchas ocasiones pero conocía a la perfección cuando hablaba de un tema serio, su voz y sus ojos cambiaban al igual que sus gestos.

──¿Mnh?── con un sonido intenta explicar que no entiende la pregunta, SeokJin alza su cabeza y apunta al omega.

──Acaba de decirnos que se va a casar de la nada, ¿no te parece extraño ese tipo que es su supuesto prometido?── empezando a comprender NamJoon observa al alfa dominante que mantenía una conversación con el omega, el tono carmín en las mejillas de Yoongi era lo único que al alfa le parecía extraño.                                      
                   
Detiene su mirada de ellos cuando el alfa se acerca al rostro de su amigo, y nuevamente llama a su madre.

──Realmente... No lo sé, pero espero que Yoongi sepa lo que hace. De cualquier manera, me reconforta saber que es un omega fuerte que no depende de nadie──responde, brindándole seguridad notable a su amigo. Aún no sabe cómo es que el omega salió de la noche a la mañana comprometido, la ingenuidad era algo que no posee el omega y el alfa admira eso de él pero ahora... no sabe qué pensar.

Dushá [Kookgi] [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora