Gritos. Personas sangrando. Humo. Disparos. Más y más gritos.De pronto, un silencio que aturde...
Estoy en medio de todo ese caos. Personas corren en dirección contraria a mí. Solo puedo ver una cortina de humo que se se disipa con lentitud. Me esfuerzo por ver más claramente, el humo cesa y, sin avisar, una tanqueta viene a toda velocidad para arrollarme. No puedo moverme, no puedo gritar, no puedo correr, solo espero el golpe y...
—¡AAAAHH! —Un grito sale de mí, mi corazón palpita con mucha fuerza y estoy aturdida.
—¡Corazón! ¿Qué ocurre? —Su mano suave acaricia mi brazo, su dulce voz hace que caiga en cuenta. Era un sueño, solo un espantoso sueño.
Miro a mi alrededor, hay tantos asientos y personas en ellos que me observan con incredulidad. La azafata se acerca a nosotros preguntando que ocurre, le responden que no pasaba nada cuando en realidad pasaba de todo.
Era mi primera vez viajando en avión, y viajando sin mis padres. Las personas que me cuidaban en este viaje eran mis tíos. Estaban algo desconcertados por como estaba. Cuando termino de tomar el vaso con agua que me habían traído, me siento con más ganas de dar explicaciones.
—¿Te sientes mejor, mi amor? —Mi tía Pili vuelve a acariciar mi brazo y luego la cabeza. Asiento y finjo que tomaba más agua cuando ni siquiera quedaba una gota.
—¿Por qué reaccionaste así? ¿Tuviste alguna pesadilla? —Tío Lucas extiende su brazo por encima de su esposa y toma mi mano, la aprieta levemente.
No sabía cómo explicarles lo que había sucedido, sabía que tenía que hacerlo pero las palabras no salían.
—Sí... Fue una pesadilla, lamento tanto escándalo — sonrío a medias —, creo que las personas deben estar muy asustadas gracias a mi recreación del grito de Scream.
Sonríen como muestra de la compasión que me tienen en este momento. —Bueno, lo importante es que estás bien, te voy a pedir algo de comer, te debe estar rugiendo la tripa. —Me costaba acostumbrarme a las expresiones de tía Pili, por más que habláramos el mismo idioma, su manera de hablar me desconcertaba en ocasiones. A pesar de eso, era la mejor tía que había tenido.
Tío Lucas tuvo tres novias antes de ella que cuando iban a mi casa me miraban como si fuese un bicho raro. Ya me estaba acostumbrando a los fracasos amorosos de mi querido tío hasta que apareció Pilar Fuentes en su vida. Algo cambió dentro de él y en nuestra vida. Aquella mujer española, de figura tonificada y largas piernas, sonrisa radiante, cabellera castaña y rizada, se metió en nuestra familia y jamás la íbamos a soltar.
Pilar, o Tía Pili, como se presentó luego de que mi tío le propusiera casarse, tenía un carisma único, era tan agradable que es imposible decir que la odias, apenas la conoces ya sabes que será alguien inolvidable. Agradecía al cielo por hacer que mi tío tuviese todos eso fiascos amorosos. Pili era mi mejor amiga, hacíamos todo juntas, salíamos a caminar, a correr, jugaba conmigo y me ayudaba con la tarea, y nos contábamos todo, no teníamos secretos entre nosotras. Cuando cumplí dieciocho, me regaló un vestido azul brillante y un libro de mi autora favorita, mis dos cosas favoritas en este mundo.
Aunque ella decía que amaba mi país y que quería quedarse a vivir allí por siempre, la salud de su madre empezó a deteriorarse en muy poco tiempo. Le rompía el corazón tener que irse pero su madre la necesitaba. No aceptaba que ella tuviera que irse de mi lado, la quería demasiado. Mi tío se iría con ella, así que me quedaría sin tío y sin mejor amiga. En el momento donde estaban haciendo los planes de viaje, a tía Pili se le ocurrió una idea que cambiaría mi vida.
—¿¡Que quieres qué!? —Mamá golpeó el mesón de la cocina con la cuchara. Pili retrocedió temiendo por su vida al ver que al lado de mi mamá había un tenedor.
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Pasaporte rechazado (BORRADOR)
Teen FictionClaireth Acosta, una joven que tiene sueños y aspiraciones como cualquier otra persona de su edad pero la situación de su país no es la mejor y por ello se verá obligada a dejar su hogar y todo lo que conoce para embarcarse en un nuevo mundo descono...