Roses| SUNGSUN

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— Jungwon hyung

— ¡Aish! — se quejó — es que con tan solo verlo me pareció un imbécil

— Pero no lo conoces del todo Hyung

— Y a mí me cae mal

— No tienes remedio — Sunoo había escuchado todas las maldiciones de su amigo por la forma en como le habló el chico Jay— uhm...hyung

— ¿Qué pasó? — una vez ya calmados se dirigieron al patio trasero donde casi la mitad de la Universidad también habitaba.

— Ese chico llamado Sunghoon...creo, creo que es mi Alfa — habló avergonzado.

— ¿¡Qué!? — gracias al grito algunas personas lo vieron — par de chismosos — se quejó — bueno, dime cómo es eso de que crees que es tu Alfa

Una vez sentados en el césped se acomodaron.

— Es que, mayormente en todos los alfas y omegas percibo dos olores, pero en el percibí tres olores, aparte que...mi Omega se puso alterado y ya quería lanzarse encima de Sunghoon — así es, ya sabía el nombre de su Alfa gracias a Jay.

— Tienes razón pero... ¿No piensas en ir y ya ser su novio, verdad?

— ¡N-no! — gritó avergonzado — sé que es mi Alfa pero no lo conozco tanto y no sé nada de él, mi mamá me enseñó que por más que encuentre a mi Alfa primero debo conocerlo correctamente

— Y eso debe ser, así que esperemos que él aparezca — dicho eso se echó en el tronco del árbol.

— Pero también podría hacerlo yo, no siempre los Alfas deben dar el primer paso — dijo Sunoo tímido.

— ¿Y si piensa mal de ti? — se sentó nuevamente — pensará que ya estás necesitado por obtenerlo y nunca debes dar esa imagen tuya

— Pero no lo haré con esas malas intenciones, simplemente seré su amigo hasta conocerlo correctamente, anda Hyung, ayúdame — jaloneo del mayor poniendo ojos de cachorro.

— ¡Te aprovechas de mi porque no me resisto a tus caras! — gritó con el corazón acelerado.

— ¿Sii?

— Esta bien, ahora déjame descansar un rato

— Y así es como ganamos en esta vida — dijo Beomgyu, su lobo interior.

Sunoo sonrió triunfador y también quiso descansar un poco, así que se echó en las piernas de su amigo.

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— ¿¡Cómo así!? — gritó Sunghoon — ¿Si sabes que recibirás una paliza por ese chico verdad?

— Nah, no lo creo, soy irresistible — Jay acarició su cabello.

— Como no te rompe los huevos por atrevido

— ¡Llegó por quién lloraban! — Heeseung hizo su aparición.

— ¿Mi perro? — preguntó Jay ganándose un golpe fuerte en su espalda — ¡Ahhh!

— ¿De qué me perdí? — preguntó.

— De mucho — contesto Sunghoon.

— Nuestro Hoonie ya encontró a su omega

— ¿¡Qué!? ¿¡Cómo es que me perdí de esto!? — se tocó el pecho dramático — ¡Ya es todo un hombrecito!