Capítulo 3

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Álvaro

Cuando vino la hermana de Mateo se pusieron a discutir sobre no sé qué. Como me la pelaba, fui a la barra. Le pedí al bartender un cóctel llamado "Bloody Mary". Me lo sirvió y me lo tomé de un trago, me quemó la garganta pero no me importó. Oí una voz de chica a mi espalda, me giré y vi a una chica rubia de pelo liso con unos ojos azul mar. 

—Hola, guapo. ¿Sabes que estás buenísimo?—dijo mientras me tocaba los abdominales por encima de la camiseta.

—Tu tampoco estás mal

—Si quieres vamos al baño—me cogió de la muñeca y yo me dejé arrastrar.

De repente me crucé con Mateo. Me liberé lo más rápido que pude del agarre de la rubia y cuando lo logré, me acerqué a mi amigo.

—¿Ya has dejado de ser un hermano sobreprotector?—le pregunté con ironía.

—No soy sobreprotector, solo intento que no le hagan daño. 

—Relájate ya, tío. Ya es mayorcita, tiene 17 años.

—Por eso, a esa edad los chicos le pueden hacer daño. Y después no quiero que venga a mí llorando.

—Bueno, ahora ya está todo solucionado. Vamos a pasárnoslo bien, que para eso hemos venido.

Pasó media hora cuando el propietario de la casa dijo:

—¡Es hora de la piscina! Espero que tengáis cada uno vuestro bañador porque nos lo vamos a pasar genial.

Me quité la camiseta y me tiré directo al agua. Mateo y yo estuvimos hablando con un par de chicas cerca de la piscina cuando vi que Mateo no paraba de mirar a una parte exacta. Le seguí la mirada y vi a Catherine, creo que se llamaba, ella estaba al lado de ese Henry que tanto odiaba Mateo. De repente, Mateo se puso de pie y fue directos a ellos. Yo lo seguí, por tanto las 2 chicas con las que estábamos hablando se quedaron solas. 

—¿No os apetece bañaros?—preguntó Mateo mirando fijamente a Henry.

—No es mala idea—dijo una de las mejores amigas de Catherine.

Así que nos metimos al agua y estuvimos jugando, bueno Mateo y yo más bien observando. Cuando pasaron otros 30 minutos, no se lo que le pasó a Catherine pero de repente se desmayó. Por suerte cayó bien, pero Mateo se puso a chillar como un loco. 

—Álvaro, pregúntale al propietario dónde hay una habitación libre y súbela ahí. Mientras tanto, voy a llamar a una ambulancia.

—Oye, bro, no llames a una ambulancia, que es menor y os puede meter en problemas.

—Vale, tienes razón. ¡Pero súbela! Ya tardas.

—Voy, voy. Quédate aquí y tranquilízate.

La subí lo más rápido que pude pero no habían habitaciones libres. Así que llamé a Mateo, pero no me lo cogió. Bajé a la planta baja de la casa y los busqué con la mirada. Como no lo vi, opté por buscar a sus amigas. Las vi en la piscina enrollándose cada una con un tío diferente. Así que tomé la decisión de llevármela a mi casa. Llamé a un taxi, y llegó en 5 minutos. Nos subimos y le di la dirección. Llegamos en 20 minutos aproximadamente. La subí a mi habitación y la tapé con las sábanas. Yo me fui a dormir en el sofá. 

CATHERINE

Me desperté de golpe, pero no reconocí la habitación en la que estaba. Solo recordaba que había ido en una fiesta con mis mejores amigas y Henry. Me levanté y fui a un espejo a ver que tan mal estaba. Pero lo que no me esperaba es que tuviera una camiseta de chico. Me la subí un poco y vi que no tenía nada debajo. Bajé corriendo abajo, ya que la habitación en la que había dormido estaba en la segunda planta.

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⏰ Última actualización: Sep 16 ⏰

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