6_ SeokHao

𝕍𝕀

Estaba en la cama de Seokmin respirando su olor a almizcle caliente, sus brazos y piernas se estremecieron pero se quedó allí, demasiado aturdido como para darle mucha atención, el Guerrero había sido honesto pero él tenía muchos secretos y la culpa fue corroyéndole y apenas podía mirarlo a los ojos. ¿Cuánto tiempo tardaría el Guerrero en exigirle una explicación? Entonces, ¿qué haría? ¿Ser honesto o seguir mintiendo? Tal vez él no estuviese mintiendo, nunca le preguntó si era Elvarian, ¿entonces él no mintió, sólo omitió el haber nacido allí? En relación a las costumbres y las leyes Elvarian, sabía todo acerca de su sistema riguroso de castas, su realeza tenía la sangre de los dioses, su pueblo creía en la selección divina y el poder divino había seleccionado el primer Rey y el trono fue pasando al más digno de los hijos, y ahora con la muerte de la familia real el planeta se quedó sin un líder.

Algunas de las otras familias poderosas podían luchar por el trono pero el Consejo intervendría y asumiría el control para evitar eso, no importa lo que sucediera, eso se convertiría en una guerra sangrienta, que desastre. La muerte de la familia real había dejado un agujero en Elvarian, cerró los ojos y se imaginó el cielo y los exuberantes bosques azules brillantes del norte, al sur los desiertos, volcanes y minas, fue considerado uno de los diez más bellos planetas, y cualquiera que lo visitó y vio la puesta de sol sabía que era verdad.

La vida con su familia en Elvarian no había sido fácil, cuando su padre murió y su hermano se convirtió en Rey, todo había cambiado, los malos tratos de antes no eran nada en comparación con la forma fría y calculadora en que Dominic había tratado a la gente en Elvarian, en el momento en que el Príncipe se convirtió en el pomposo y arrogante Rey, el mal comenzó a controlar a su pueblo. Vieron lo que él ha sabido durante años que su hermano era un idiota de primera clase, un tirano hambriento de poder que quería que la gente lo adorase y hasta mando hacer una estatua de quince metros de sí mismo para que la gente pudiera rendirle homenaje y dejar regalos a los pies de la estatua, durante la primera semana de Dominic en el poder disminuyó las raciones de alimentos, creó un día de trabajo más largo y los salarios fueron recortados, la vida en Elvarian se volvió sombría desde el primer día del gobierno del Rey Dominic.

Los problemas de Elvarian no eran su responsabilidad, en aquella época no era un esclavo pero no era libre tampoco, su padre tenía planeado cada minuto de su vida y no se le permitió abandonar el palacio, aceptó estas reglas porque quería complacer a su padre, no tuvo la misma libertad que el resto de la familia porque su nacimiento fue el resultado de una indiscreción que contaminó el trono, no era un hijo legítimo fue por eso que nadie le puso nombre y nombrarlo le habría dado derechos y posiblemente, una reclamación de tierras pero no tener un nombre lo convirtió en una sombra porque las personas sin nombre no existían.

A pesar de que fluía sangre real en sus venas nadie sabía eso en Elvarian, cambió mucho para ser reconocido. ¿Y si estaba equivocado? ¿Podría correr el riesgo? El Rey Vernon estaba equivocado, sin un gobernante para liderar a los Elvarians, nada cambiaría, el Consejo deseaba tomar el control e imponer reglas inflexibles y duras bajo el pretexto de la paz para despojar al planeta de todos sus recursos naturales y una vez en el control el Consejo nunca lo abandonaría porque querían la obsidiana.

Elvarian tenía muchos minerales y metales preciosos pero el oro y los diamantes no eran nada en comparación con la obsidiana que era utilizada en el interior de los sistemas de refrigeración de las naves espaciales y en los fármacos, tenían minas en el hemisferio sur formado por la actividad volcánica. Si su hermano no lo hubiera vendido podría haber acabado trabajando en estas minas pero el Rey Dominic necesitaba que él desapareciese y una vez que la gente comenzó a rebelarse, él se volvió pasivo, al menos no lo había matado, por alguna razón, su hermano le perdonó la vida, tal vez había pensado que la muerte era demasiado buena para él. La puerta se abrió y entró Seokmin, aun así, no se movió.

― Vamos a Elvarian en dos días.

¡Dos días!, ese era el tiempo que tendrían juntos, tumbado aquí en las últimas horas, la realidad se hizo dolorosamente real, no podía volver a Elvarian, su presencia podría causar problemas, eso es lo que el atacante había dicho, quiso llevarselo y tirarlo en medio de este lío.

― Yo necesito hablar con Seongkwan ― dijo, no podía decirle a Seokmin sus planes, su compañero no lo dejaría ir pero tendría que superarlo, la idea de dejarlo le producía dolor, le dolía el pecho. ― Tengo que decir adiós.

Su amigo lo escucharía y tal vez lo ayudaría a tener el valor de irse, se puso de rodillas y su rigidez muscular protestó, Seokmin frotó su espalda y él se derritió bajo el toque, la bilis se puso en marcha con la verdad volviéndose cada vez más real, planeaba desistir de todo aunque el vínculo de pareja era más fuerte entre dos Warsarians, su compañero aún podía sentir su incertidumbre y dolor.

― Te llevaré al palacio esta noche, túmbate, voy a soltar tu rigidez muscular ― dijo Seokmin, obedeció y se tumbó boca abajo, entonces el Guerrero le dijo al oído. ― Quítate la camisa. ― el tono sensual hizo que los nervios comenzaran a sentir un cosquilleo en anticipación, mientras que sus manos siguieron la orden, se quitó la camisa por la cabeza. Seokmin asintió con la cabeza y empezó a correr sus dedos por su espalda, el tacto suave le envió un escalofrío por todo el cuerpo, cerró los ojos y se recostó mientras sus dedos trabajaron en su rigidez, se mordió el labio mientras la tensión disminuyó, mientras que otro tipo de tensión sacudía su cuerpo. ― Túmbate― ordenó el Guerrero.

Obedeció, dispuesto a hacer cualquier cosa para mantener aquellas manos sobre su cuerpo, apenas se reconocía, odiaba la autoridad y escupía en la cara de cualquier persona que le ordenará algo, y probablemente era la razón por la que mucha gente lo odiaba pero ahora él imploró a Seokmin para que lo reclamara y gimió bajo sus órdenes. Con los dedos moviéndose como un profesional, el Guerrero tomó el aceite y sabía que la verdadera diversión estaba a punto de comenzar.

― ¿Qué te preocupa?

Cerró los ojos, no era justo, Seokmin estaba tratando de aflojar su lengua también, lástima que el Guerrero no estaba preguntando por su eje, las manos presionaron más fuerte contra él.

― Han pasado tantas cosas ― dijo, necesitaba dar algo de vuelta para seguir teniendo el placer que estaba recibiendo. ― Estoy tratando de ponerme al día con la realidad. ― esa era la verdad. Seokmin podría pensar que él quería decir sobre anoche, pero no necesitaba tiempo para procesar eso, se sintió tan bien cuando el Guerrero se convirtió en una parte de él, algunas cosas no podía confesar, como el hombre que intentó secuestrarlo que no fue enviado por su familia debido a que ellos estaban muertos, otra cosa vibró a través de él pero no podía identificarlo, culpa, dolor, remordimiento.