Otro mundo. (En Pausa)

Accidente.

En la noche Andy volvio.

Justo cuando Christopher se acercó la puerta fue golpeada.

-¿Chris?

Christopher fruncio el ceño al reconocer la voz.

-¿Podemos hablar? Yo...no he podido olvidarte.

-Oh, oh.

Andy susurró.

-Qu-

Christopher observo el cambio brusco en el color de ojos de Andy.

Y lastimosamente el que vino no parecia feliz.

Miró a Christopher con desconfianza y lo empezó a rodear mientras lo olfateaba.

Christopher no se movió ni un centímetro. Sabía que no podía molestar al omega más si éste está de mal humor.

El omega no encontró nada raro en el olor del humano. Sonrio feliz y luego se restregó contra el pecho del hombre.

Christopher abrazó a su omega y le dio un besito en su cabeza.

-Creo que estas sudando, Chris.

Andy solto una risita.

-¿Christopher estas ahí?

La persona del otro lado no se rindió y siguió hablando.

Andy sostuvo la mano de Christopher y lo hizo cruzar el portal lentamente.

Cuando el portal se cerró la puerta de la oficina se abrió.

Rachel no vio a nadie en la oficina y se fue entristecida al ver que hablaba sola.

Christopher alzó al chico entre sus brazos y se sentaron en el sofá.

-Juro que no sé por que estaba ahí.

-Tranquilo, yo no tengo problema que alguien te hable.

-Pero..

-Es un poco territorial pero intentaré controlarlo, solo que me tomó por sorpresa que hoy apareciera de la nada. Sentí que se molestó pero no creí que aparecería.

-No me acercaré a ella si eso le molesta.

Andy beso los labios de Christopher suavemente. Este no pudo resistir y el beso se volvió brusco.

Andrea gimió contra los labios de Christopher. Las manos del humano bajaron a su trasero y lo apretó con fuerza.

Christopher se levantó del sofá con Andrea encima y subió hasta la habitación.

Lo acostó a la cama y lo miró directo a los ojos.

-Me disculparé toda la noche.

El dorado desapareció y los turquesas se hicieron presentes.

-Más te vale que la disculpa valga la pena, humano.

Christopher volvio a atacar los labios del omega con brusquedad y empezó a manosearlo por todas partes.

El omega al ser hombre podia aguantar más fuerza que una mujer humana. Christopher podia soltar toda la fuerza bruta que ocultaba sin temor a lastimar al omega.

...

Un día unos inversionistas contactaron a Andrea. Ellos también querían realizar una fundación y querían que él y su compañero se hicieran cargo.

Andrea ya conocía a esta persona. En otros 4 países este hombre estaba ayudando a los niños con cáncer. Cada una de sus fundaciones estaba verdaderamente dispuesta a ayudar a los niños y familiares.