O12

727 73 29
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.





El castaño de polera amarillenta observaba con curiosidad al felino que se veía intranquilo con la conversación. El le hacia preguntas con respecto al pueblo, pero de a ratos mencionaba a Spreen, cosa que lo ponía tenso, sin ser notado por el Robleis parlanchin.

── Osea que. . No podes renunciar.

── No. Quisiera, pero no me queda de otra. ── Volteo los ojos. ── Además, ya me acostumbre, tengo buena paga.

Robleis río, prestando atención de a ratos a la charla de él profeta. Habían aparecido todos los ciudadanos, incluido Spreen, que se sentó al fondo de todo, manteniendo una mirada de neutralidad mientras se notaba algo desinteresado. Era observado por la mayoría, sacando algunos murmuros de curiosos por su presencia. Spreen no era de asistir a reuniones del profeta, de hecho, estos días no se había mostrado ni una vez.

── Que gracioso es pensar que acabaste en ese quilombo gracias a que te cagabas de hambre. ── Le murmuró Robleis, mientras mantenia una mirada al frente, con una sonrisita.

Carrera no pudo evitar reirse suavemente, lastimosamente su historia era algo vergonzosa, pareceria un muerto de hambre a la escucha de cualquiera, pero por suerte ya había recibido demasiadas bromas al respecto, asi que se acostumbro y acepto su destino.

── Que forro, recién te conozco y ya me caes mal. ── Bromeo el ojiverde, mirandolo con una sonrisita divertida.

El de aspecto amarillento río, pareciendo cómodo con su nuevo compañero, codeandolo con suavidad. Aunque, su diversión no duró mucho al sentir una mirada penetrante quemar su nuca. Intento darse la vuelta pero miro como el profeta empezaba a mirarlo, por lo cual, acomodo su postura y fingio una sonrisa, siendo recibida por el anciano mayor, quien asintió con respeto hacia el.

── Oremos por estos grandiosos jóvenes que dan todo por su pueblo, y rezemos para que su hogar vuelva a la normalidad y se salve de las ruinas. ── El hombre canoso Alzó sus manos, con una copa de vino haciendo referencia a la "Sangre de Dios"

Todos comenzaron a pronunciar el padre nuestro, juntando sus manos y cerrando los ojos. Robleis no era cristiano pero se lo debía al profeta, habían sido acogidos por el y su gente, así que imito a sus compañeros.

Una vez que la misa acabó, todos rodearon a los nuevos, llevándose a la mayoría para un tour. Robleis iba a ser llevado por una chica de cabellos castaños llamada Mayichi, de no ser que fue desviado de camino por Carrera, que entrelazo su brazo con el suyo, sonriendole amistosamente.

── El tour conmigo va a ser más divertido, te lo aseguro. ── El felino le murmuró con risas, dándole un guiño a Mayichi, quien sólo fingio enojarse.

── 𝘗𝘙𝘖𝘗𝘌𝘙𝘛𝘠 ; spreen x carre cubito  /  happybear.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora