Capitulo 6

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La enorme casa de madera se hace presente en mí vista, viéndola vieja como siempre desde la última vez que estuve aquí, aparco en frente y salgo y voy a los asientos traseros.

Reviso al tal Izan para que no tenga ningún rastreador y nada que no sea mortal.

Reviso los bolsillos y encuentro un  celular y unas llaves de lo que supongo son de una moto, después encuentro una pistola  dentro de su chaqueta.

¿Por qué no la uso?.

Lo bajo arrastrando su cuerpo para llegar al pequeño porche con algunas escaleras y subo torpe y llegó hasta el final donde lo dejo con la espalda en la pared.

Me enderezó para tocar la puerta, sin embargo ya alguien se adelantó en abrirla.

~¿Cómo te atreves a venir?~ una mujer de unos cincuenta años de pelo medio canoso con negro y robusta de años de entrenamiento militar me pregunta apuntando con una escopeta.

~Traje algo para ti~ le digo haciendo una ceña con la cabeza para que vea el cuerpo del tal Izan.

Ella lo observa y vuelve hacia mí un poco menos furiosa que antes.

~Hace más de 5 años que no vienes aqui~ baja poco a poco el arma calmandose.

~He estado ocupada~ digo sonriendo un poco~ me dejaras afuera~.

~ven~.

~Ayudame con este~ le digo doblandome para agarrar al tal Izan.

Menudo idiota.

Las dos juntas entramos el cuerpo inconsciente y lo dejamos en uno de los sillones de la sala.

La casa no es pintoresca solo es grisácea con aire de amargura, hay varios retratos y la sala de estar es espaciosa con unos sillones y otro frente a una televisión.

Sigue igual de siempre.

~¿Quién es?~ me pregunta Sarah después de dejarlo acostado todavía amarrado de manos a pies.

~Se dice llamar Izan por lo que me dijo, llegó a mi casa, golpeó a mi amiga y luego intento apuñalar y matarte, pero hay algo que no me cuadra en todo esto~.

~Le daré un sedante para estar tranquilas y me cuentas todo~ deja la escopeta en un armario abajo las escaleras que quedan frente a la puerta principal y la sala de estar a la derecha.

Saca un sedante de una gaveta y se lo coloca al tal Izan.

~Durará 24h, tienes todo el tiempo, vamos a la cocina~ pasa por mi lado y la sigo.

Pasamos por un pasillo y giramos a a la derecha donde hay un comedor y está la cocina con una isla y una puerta trasera, en parte se ve lujosa, pero no del todo.

~¿Quieres té?~ me pregunta rebuscando lo que supongo son tazas.

~No me gusta el té, agua está bien~ busca un vaso y va al refrigerador donde sirve y me pasa el vaso lleno de agua.

~Y bien, que conseguiste sacarle al idiota que duerme en mí sofá~ me dice señalando los taburetes que están a la derecha de la isla y tomo asiento y ella sigue de pie del otro lado de la isla.

~Hay más~ le digo después de beber el agua y dejar el vaso en la encimera de la isla~ hay muchos más como él, están volviendo, él...~.

~¿El no estaba muerto?~ dice un poco sorprendida.

~Por lo que veo ahora no~ digo sobando mí pelo rojo.

~No hagas conjeturas tan rápido Arys, no sabes si es cierto~.

PrimaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora