No siento mis piernas. El frío intenso ha neutralizado mis extremidades. Apenas logro mantenerme despierta. La nevada ha enfurecido y el viento gélido me impide levantarme. Aún así, me arrastro hasta una cueva cercana, quiero pensar que cuando amanezca todo estará bien. Me acurruco contra las rocas esperando encontrar calor y recuperar el movimiento de mis pies.
No hay señales de mis amigos, por todos los contornos solo hay oscuridad y mucha nieve. Me siento asustada mientras mi respiración se vuelve irregular.
"No te duermas" —me repito una y otra vez. ¿Cómo pude acceder ? Esto fue una locura. En la desesperación por no quedarme dormida, mientras la tormenta azota rudamente, comienzo a recapitular los eventos que me han traído a esta situación....unas horas antes...
La navidad es sin dudas una de las fechas más esperadas en el año. Esta vez no estaría en casa con papá para celebrar el nacimiento del niño Jesús. Desde hace varias semanas, mis amigos decidieron que este año visitaríamos el Parque Nacional Yosemite. Esquiar no es lo mío, pero puedo defenderme.
La temperatura rondaba por los -15 grados Celsius luego de la última nevada y la sensación térmica en las montañas debía ser aún más baja, puedo estar acostumbrada al frío intenso pero aún así, creo que es más que un reto.
Teníamos todo preparado con dos días de antelación. Mi mejor amigo August había reservado un hotel para nuestra estancia, pues pasaríamos la noche en Yosemite. He tenido otras veces la oportunidad de esquiar, pero creo que esta excursión con los chicos sería maravillosa. En total éramos cuatro, August y su novia Elizabeth, mi novio James y yo. Estudiábamos el tercer curso de la carrera de periodismo en la universidad de California.
El lugar de encuentro fue en el departamento de August. Cuando James y yo llegamos, ya estaba todo listo para partir. Debido al frío me había puesto un abrigo de piel negro, recogí mi pelo en un moño y cubrí mi cabeza con un gorro.
Salimos a las 12:00 M en el auto de Elizabeth hasta Yosemite, era una hora y media de viaje aproximadamente. Durante el camino, los chicos aprovecharon para mirar el mapa con todos los detalles de la ubicación. Beth y yo íbamos en la parte delantera chismorreando.
— ¡ Oigan ! ¿Creen que haya mucho frío en Yosemite? —preguntó August con curiosidad.
— ¡Ay Vamos ! ¿Qué son unos grados menos cuando se trata de la aventura de nuestras vidas ?— dijo James esbozando una sonrisa destacando la perfección de sus dientes.
— Creo que es aún peor las leyendas que se tejen sobre el lugar. —agregó Elizabeth mientras reía al sembrar la duda en los chicos.
—¿ En serio creen en esas tonterías ?—pregunté frunciendo el ceño.
—No son tonterías.—agregó Elizabeth y todos prestamos atención.—Hace un año, un artículo en The New York Times hablaba sobre un grupo de señores que fueron de excursión una semana a Yosemite. Lo peor de todo es que encontraron sus cuerpos comidos y desmembrados. —ante aquellas palabras un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.— Se especula que hay una tribu de caníbales viviendo allí.
Los chicos rieron estrepitosamente mientras yo bajé mi cabeza algo temerosa.
— ¿Están seguros de que esto es una buena idea? —pregunté preocupada.
—Por favor, imagino que deben haber lobos, osos o quien sabe dios que cantidad de animales salvajes que puedan comer humanos. Solo fueron tipos con muy mala suerte en mi opinión. —dijo James mirándome a los ojos. Puso su mano sobre la mía y agregó.—Tranquila Olivia, mientras esté contigo todo estará bien.—Su mirada me tranquilizó aunque no dejaba de pensar en las palabras de Elizabet.
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"Terror en Yosemite"
HorreurOlivia y sus amigos celebrarán la navidad con un motivador viaje al Parque Nacional de Yosemite. Cuando todo parece marchar con tranquilidad, un accidente los separa dejándolos a su suerte. Mientras Olivia intenta encontrar a sus amigos, un oscuro y...