Cap 8.

447 39 0
                                    

La mañana llego y la luz del sol se filtraba por la ventana de la habitación, tiñiendo las paredes con un suave tono dorado, en el centro de la habitación el principe Lucerys se levanto con el cabello desordenado y una mirada decidida, se movía con agilidad entre los muebles.

Camino hasta un baúl de madera que había pertenecido a su padre, En el interior brillaban los filos de varios cuchillos y dagas, cada uno contaba una historia, poco a poco los fue sacando y examinando recordando todas las lecciones aprendidas en los entrenamientos secretos de Daemon, cada uno tenía su lugar.

Mientras ataba los cuchillos a su cuerpo, sintió el peso de la misión caer sobre sus hombros, la misión que tenían no era nada fácil, era un agujero lleno de trampas y a la vez la libertad de muchos inocentes en el pueblo de King's Landing, se detuvo un momento para mirar el reflejo de su imagen en el espejo, la imagen que se le devolvía era la de un chico que hace mucho había dejado la inocencia de su infancia y se había moldeado al sacrificio y la necesidad, al oscuro lado del que su madre tanto lo protegió.

Después de dar un ultimó vistazo a su habitación recogió una capa oscura de su percha, al ponérsela sintió que no solo ocultaba los cuchillos sino también sus temores, la capa era ligera pero resistente, diseñada para permitirle moverse con sigilo entre las sombras, ajusto la capucha en su cabeza y cubrió su rostro dejando solo sus ojos expuestos.

Antes de salir respiró profundo imaginando lo que estaría por venir, y todo el sufrimiento de esas personas que se supone deben de salvar, mujeres que han sido cruelmente violadas y golpeadas hasta el punto de morir, niños y niñas que deben pelear entre ellos solo por un poco de comida.

Cuando abrió la puerta se dirigió al punto de encuentro que se había elegido anteriormente.

"Luke ya esta aquí" Le dijo Baela a Jacaerys quién estaba a su lado, se incorporó y tomo una posición erguida.

"Bien, aún falta que lleguen Aemond y Aegon" Respondió Jacaerys.

"Han llegado" Rhaena señalo en dirección a los mencionados y todos los miraron.

Aegon y Aemond iban en su dirección observándolos, ambos se sorprendieron un poco al ver la vestimenta que llevaban, Jacaerys les dijo que usarán ropa que no fuera llamativa, que ocultara sus platinados cabellos y eso hicieron, se vistieron con un par de botas, pantalones negros y una capa del mismo color.

Baela y Rhaena iban bastante parecidas, ropa negra con pequeños detalles sencillos grabados en rojo y una capa hasta las caderas que ocultaba sus cabellos.

Jacaerys por otro lado iba más relajado con su cabello visible, botas con un tono marrón oscuro, y una capa que llegaba hasta sus rodillas, aún así permitía ver el cinto en su cadera donde llevaba su espada.

Por quién más fue su sorpresa fue por Lucerys, su ropa solo dejaba visibles sus ojos, Aemond se perdió por un momento en el color miel de sus ojos, la ropa que ocultaba por completó su rostro, hacía que resaltarán brillantes, no podía evitar sentirse atraído.

"Jacaerys" Aegon lo llamo, con una sonrisa alegre.

"Aegon, ya que han llegado, iremos a reunirnos con el gusano blanco" Jacaerys habló manteniendo la seriedad en su rostro, pero era casi imposible para sus hermanos no notar el rubor en sus mejillas.

"Oh por los dioses voy a vomitar" Dijo Baela al notar el ambiente romántico que les rodeaba.

"Hemos perdido a un líder" Bromeo Rhaena.

Jacaerys y Aegon se avergonzaron, aunque aún no habían dicho nada sus hermanos los conocían a la perfección.

"Bueno ya que estamos todos podemos continuar, Rhaena y yo iremos por nuestro lado nos vemos aya" Dijo Lucerys, su voz era sutilmente diferente debido a la tela que cubría la mitad de su cara.

El recuerdo que quedo.  [LucemondxJacegon] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora