Capítulo 11

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El perro Vizsla había sido adiestrado.

Los últimos miembros que quedaban de la casa habían sido neutralizados en la encrucijada dorada, quedando irreparablemente dañados. Los supervivientes habían sido apresados y recluidos en las celdas situadas bajo el palacio. Algunos de los miembros de la casa, incluido el propio Gar Saxon, habían optado por desertar, jurando lealtad al Mandalore. Sin embargo, a pesar de ello, no escaparon a las graves consecuencias, perdiendo un brazo como pago por su traición y como recordatorio de sus juramentos.

Los que se negaron a someterse fueron tratados con mayor dureza. La mayoría eran asesinados a tiros o ejecutados con una vibroespada, lo que se consideraba una deshonra para su herencia mandaloriana. Aun así, éste no fue el peor incidente que ocurrió.

A Tarre Vizsla la llevaron a la mazmorra más profunda del palacio mandaloriano. Estas mazmorras eran viejas, muy viejas. Las mazmorras de tortura habían sido selladas cuando los nuevos mandalorianos tomaron el control, pero cuando Naruto asumió el liderazgo, las reabrió, preparándolas para lo que preveía.

Los dos trandoshanos procedieron a escoltar a Tarre vizsla por el extenso complejo de mazmorras subterráneas. El hombre estaba visiblemente herido, con un ojo gravemente hinchado y múltiples contusiones y laceraciones en el pecho y la espalda. También tenía la mandíbula considerablemente magullada, lo que le dificultaba la respiración. A pesar de estas lesiones, el hombre mantenía una actitud desafiante. Sin embargo, era evidente que su determinación no duraría mucho.

Finalmente llegaron a una sala grande y cavernosa. Incluso Tarre, en su estado ligeramente delirante, era consciente de lo que le rodeaba y empezó a resistirse. Esto no era lo que había esperado. Naruto y Bo Katan estaban ante él, rodeados de guardianes mandalorianos. Naruto tenía el casco en una mano, mientras que Bo Katan lo llevaba puesto.

Una armadura se interponía entre ellos. La armadura era alta y de aspecto casi esquelético, con placas que cubrían todo el cuerpo y pintadas de negro. Tarre había oído leyendas sobre esta armadura, la armadura forjada con resortes.

La armadura fue creada por un individuo aficionado a las ideas poco convencionales hace muchos milenios. Su propósito original era proporcionar una solución muy incómoda e irreversible a los traidores más atroces de los mandalores de aquella época.

Su creador fue apresado mientras intentaba vender su clan a la República. Como resultado, fue condenado a permanecer sellado en la armadura para toda la eternidad. Aunque ya no se recuerda su nombre, su apodo sigue siendo bien conocido.

Afton.

Tarre y todos los mandalorianos son conscientes de esta narración y, como consecuencia, empezó a experimentar una sensación de angustia. Se retorcía y gemía por su mandíbula rota. Sin embargo, los trandoshanos pudieron sujetarle con facilidad mientras Naruto empezaba a hablar.

"Has traicionado a tu Mandalore, has deshonrado tu credo y, como resultado, has llevado a tu casa a la ruina. El clan Vizsla quedará marcado durante siglos y será conocido como los traidores de las grandes cruzadas". La voz de Naruto era firme y grave, y todos pudieron detectar la rabia que contenía.

A una señal discreta, el traje que tenía a su lado se abrió, y los ojos de Tarres se abrieron de par en par. El esqueleto del traje era visible a través de las placas de armadura recién abiertas.

"En nombre de Mandalore y a la vista del Consejo de Clanes, me veo obligado a declarar que te enfrentarás a una muerte deshonrosa".

A continuación, Tarre fue introducido en el traje, que se desplazó para adaptarse a su tamaño y se cerró a su alrededor, sellándolo de hecho. Entonces experimentó un ligero goteo de lo que parecía ser agua. Se sintió confuso y se preguntó por qué había ocurrido aquello.

Naruto -Jedi expulsadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora