Construyendo la confianza

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SeokJin estaba feliz, despertó abrazando a su esposo y su corazón se llenó de dicha. El solo recordar que lo había perdido le hizo derramar lágrimas de sus ojos, había pasado meses sintiendo la cama vacía. Se despertaba llorando pensando en que ya no lo tenía cerca de él, pero su esposo estaba allí a su lado, lo veía de pies a cabeza sin percatarse de que NamJoon estaba viéndolo y que se moría por probar sus labios. 

Sintió como su esposo se colocó sobre su cuerpo y abrió sus piernas con agilidad, eran años de matrimonio y sabían perfectamente como iniciar el sexo. — Sabes que he soñado estas semanas con poder volver a sentirme dentro de ti. 

SeokJin se sonrojó sintiendo la erección de su esposo quien lo tenía agarrado de las muñecas con las manos sobre la cabeza, sus labios empezaron a besar su cuello descubierto y SeokJin gimió al sentirlo tan cerca. —Nam... tus lesiones aún...

— No importan... Te deseo y el solo hecho de pensar que alguien más te hubiese dado placer me pone loco. 

— Nam... ¡Lo siento! No...—NamJoon lo vio a los ojos, estaba llorando y se preocupó, pensó en que su esposo no lo deseaba. Se alejó de él sentándose en la cama y tratando de ocultar su erección con la almohada. — No quise hacerlo... Estaba enojado por lo de Hoseok y verlo casándose con mi hijo me enfureció más, salí de casa y fui a un club quería hacerte pagar la infidelidad...

— Jin... — dijo con su rostro tratando de ocultar su furia al pensar que alguien había tenido a su esposo que solo había sido suyo. — Creías que estaba muerto y...

— ¡No debí! Además fue Ken quien me insistió sabiendo que acababas de morir y por furia fui con él, per...

— No recuer...

— No hice nada. — dijo mientras se limpiaba las lágrimas. — En cuanto me besó y tocó mi trasero, lo golpeé y corrí al cementerio, lloré y te culpé por hacerme eso. Sin embargo, él ha estado insistiendo...

— Es mi culpa, jamás debí ocultarte nada, mi amado Jin. — SeokJin le quitó la almohada y se colocó a horcajadas sobre él, este tocó su cintura y recostó su frente en el pecho blanco de su esposo, NamJoon desabotono la camisa de seda de la pijama, besó su pecho y acarició su espalda. 

— Solo tú me haces sentir excitado, Nam. No hay nadie más y quiero sentirte más. — Deslizó el short de seda con el bóxer y para luego sacar el miembro de NamJoon y llevarlo a su entrada, se penetró sintiéndose tan pleno por estar nuevamente con su esposo, este enterró sus dedos en su piel y sintió que ahora sí estaba vivo. Ambos empezaron a disfrutar del placer, habían extrañado los besos y las caricias de su esposo, habían ansiado sentir sus pieles rozándose y generando una fricción placentera. 

Sus bocas devoraban la del contrario y sus manos no sabían que tanto tocar, querían perderse en la sensación de estar de forma íntima y completa con su amado. Cuando sintieron el orgasmo, SeokJin abrazó con fuerza a NamJoon y este le correspondió, ambos lloraron sin poder contener la felicidad y  la dicha de estar juntos. 

Jungkook estaba despierto desde temprano, había salido a correr después de muchísimo tiempo en la cama, quería poder recuperar su forma y sus músculos. Estaba haciendo pechadas cuando Taemin y Hye se desperezaban en el balcón de sus habitaciones, al ver a Jungkook con aquel cuerpazo ejercitándose  sintieron que el calor subía por todo su cuerpo. Sin duda Jung Jungkook era todo un deleite para la vista, este sin pena se quitó la camisa mostrando todos los tatuajes de su brazo. 

— ¿Estás viendo eso, Taemin?

— Quien no debería verlo eres tú, pero es que este hombre es un pecado mortal. —Tenía una semana en casa y se había mantenido encerrado en el chalet ejercitándose y ahora salía para empezar sus rutinas antiguas de correr por una hora y luego desayunaría. —El Mochi tiene...

Nuestro amor es diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora