14 Vιᥱrᥒᥱs : Cᥣιmᥲ ᥣᥣᥙvιoso 🔞

1.9K 228 33
                                    

Lenguaje inapropiado +18

Sentí a Felix removerse en la cama, discretamente miré la hora en el reloj de la mesa que tenía, 3:56 am

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentí a Felix removerse en la cama, discretamente miré la hora en el reloj de la mesa que tenía, 3:56 am.

Él se levantó y fue al baño, luego volvió a la cama y se acostó de nuevo a mi lado.

Había pasado la noche aquí con el pretexto de que era muy tarde y no habíamos estudiado casi nada por hacer otras cosas.

Como besarnos y tocarnos.

Aún no podía borrar la imagen de Felix corriéndose en mi mano y luego repitiendo el acto otra veces más tocándonos y besándonos que ya nada salía de mi pene, estaba seco.

Había escuchado que las mujeres pueden tener varios orgasmos mientras que los hombres estaban limitados, en ese momento les tenía algo de envidia.

Pero dejando eso de lado, Felix, su rostro, sus labios rojos e hinchados, su cabello alborotado, el sudor, su pecho subiendo y bajando.

Demasiado excitante, no era lo mismo que hacerlo con una persona experimentada, las reacciones eran diferentes.

Felix era diferente, tenía una bonita sonrisa y belleza descuidada, no era un adonis pero tenía algo que llamaba mi atención, tal vez era su sonrisa, tal vez eran su perfilada nariz, su olor a vainilla, su inocencia, no tenía idea, incluso podía ser un conjunto de todas esas cosas y yo no lo sabía.

Pasé mis dedos por su cabellera, Felix se dió la vuelta y me abrazó enroscando sus piernas con las mías.

─ Hace frío ─ se quejó. Podía escuchar la lluvia de afuera y un poco de ruido de la ciudad.

Los padres de Felix aún no habían llegado, él me había dicho que se estaban separando, que su papá tenía un romance con otra mujer.

Y que su madre estaba haciendo lo mismo, yo no dije nada, no tenía palabras, pero también le confíe cosas que no le había dicho ni a mis amigos, como que mi hermano mayor peleaba mucho con mi madre y por eso decidió vivir alejado de ellos, que nuestro padre nos había abandonado hace muchos años o que mi madre era alcohólica.

Sus manos acariciaron mi pecho y me besó un poco, escondidos entre las sábanas pegué su cuerpo más al mío y deslicé mis labios por su cuello y mis manos en su culo, él gimió despacio en respuesta, también tocando mi trasero, se había vuelto demasiado atrevido pero seguía teniendo un aire de inocencia en sus toques.

Bajé su pijama hasta las rodillas e hice lo mismo con la mía, que era de él pero me la había prestado.

─ Quiero follarte ─ susurré en su oído, su cuerpo se removió nervioso mientras empezaba a frotar nuestros penes.

─ ¿Vas a detenerte si no me gusta?

─ Lo haré ─ le dije acomodando algunos mechones de su cabello.

─ Tengo algo de miedo.

─ Voy a hacerte ver el cielo, te lo aseguro.

Lo siguiente fue intenso, choque de pieles desnudas, cuerpos calientes, besos desesperados, gemidos fuertes, nuestras bocas comiéndose una a otra, sus uñas enterrándose en mi espalda desnuda mientras lo preparaba con mis dedos.

Y cuando me enterré en él, el que vió el cielo fui yo. Era un mar de gemidos, con sus piernas abiertas, dispuesto a entregarse a mí. Sus labios rosaditos y pomposos estaban húmedos, su rubio cabello estaba desordenado, era la mejor vista que tenía.

Lo jodí de tantas formas posibles, debajo de mí, arriba de mí, de lado, en cuatro, lo llené como nunca lo había hecho con alguien. Felix tenía bastante energía.

─ Mierda ─ dijo desesperado moviendo sus caderas con mi pene enterrado en él ─ Se siente bien. ¡Ahí! más... ahh..~

"Hyunjin, Hyunjin, Hyunjin, Hyunjin... Hyun... Jesucristo... Hyun, Hyunjin" Mi nombre saliendo de sus labios en gemidos fue gratificante.

Quería follarlo sin detenerme, quería ser el único que viera esta faceta de Felix siendo jodido.

Hasta que me corrí y caí muerto en la cama, agotado, cansado y pegajoso.

Había cumplido mi reto y no tenía pruebas de nada.

Tuvo el rostro colorado todo el tiempo, le di un beso en los labios cuando lo dejé en su salón. Y luego caminé tarareando bobamente hasta mi salón.

 Y luego caminé tarareando bobamente hasta mi salón

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
α ɯeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora