Domesticame •Yewook•

Capitulo 1

Las hojas secas y las ramas se escuchaban crujir bajo de mis patas, los rayos del sol alumbraban entre las hojas de los árboles y los pájaros volaban de un lado para otro.

Detrás de mi venían cinco lobos negros, persiguiendo al ladrón del zorro rojo que les acababa de quitar una gran presa de la carroza que tenían de camino a la ciudad.

Corría a gran velocidad hasta que llegue a un muro de piedra alto. Frene y mire hacía atrás, los lobos negros se transformaron en alphas, era obvio que eran metamorfos pero para su mala suerte

Yo también. 

— ya no tienes a dónde ir Zorro —

Me transforme, tomé el trozo de carne y lo lance a lo más alto del muro, mire a los lobos, estaban tan enojados y yo me reí

— nos vemos —

Volví a transformarme y trepe por las piedras que sobresalían del muro hasta llegar a lo alto, me transforme

— ¡Esto solo demuestra mi habilidad para verles la cara de idiotas! — me reí y me di la vuelta con mi premio en las manos

— ¡ESTÚPIDO ZORRO! ¡REGRESA! —

— Pero que lobos tan imbéciles, siempre les robo y nunca me atrapan ¿Por que son lobos negros? no sirven para nada —

Camine hasta la cueva que me mantenía a salvo, aquel lugar al que llegue cuando me desterraron de la ciudad, me senté en el suelo y comencé a comerme el esfuerzo de mi premio.

Degustaba la deliciosa carne cruda cuando con mis orejas lograron escuchar un crujido, levanté la mirada y escuche pasos aún más cerca de mi.

Entre en alerta y me transforme de nuevo, tomando mi comida y llevándola al fondo de la cueva, cubriéndola debajo de las hojas secas que solían ser mi cama.

— ¡Una cueva! —

Se detuvo cuando llegó a la entrada de mi escondite. Era vio chico de cabello castaño, pequeño y delgado, mire hacía su cabeza pero no había orejas, olfatee un poco y no percibí un aroma.

No era un alpha, no era peligroso pero aún así debía mantenerme en alerta.

Vestía un pantalón beige pegado con una botas negras, de la parte superior llevaba una chaqueta de cuero y una bufanda de color rojo, cuando observe su rostro gracias a que comenzo a acercarse

Tenía ojos color cafés brillantes como estrellas, eran tan...

— hola pequeño, seguramente te asuste, lo siento mucho —

Salí de mi transe y le gruñi, el retrocedió un poco y volví a tomar mi posición de defensa.

No se quien sea y no me interesa pero aunque sonría de esa manera tan inocente y dulce no dejare que se acerque más de lo que ya lo hizo. 

Él se sentó en el suelo, no me estaba gustando sus acciones tan extrañas.

— tranquilo, no voy a hacerte daño —

No pienso moverme de aquí, no pienso soltar mi posición y pase lo que pase

— tengo un poco de kiwi — tomo su mochila y saco un traste blanco — tengo entendido que los zorros rojos comen de todo —

Dejo el traste cerca mío y se alejo, mire aquel kiwi, se veía tan delicioso, tiene muchísimo tiempo que no pruebo uno.

Maldito niño...

Me transforme de nuevo a mi forma humana y tome el traste

— No creas que confío en ti — probar el kiwi de nuevo era tan glorioso — ¿quién eres? ¿por qué estás aquí? ¿vienes con los lobos negros? —