En noviembre, Zhongjing ya había entrado a finales del otoño, y las personas que viajaban de noche se abrigaban bien para resistir el frío que congelaba los huesos.
Li Mingxuan vestía solo una chaqueta delgada y, con la ventana del auto abierta de par en par, entraba la fría brisa nocturna. Su cuerpo estaba tan frío como si lo hubieran sumergido en agua helada. Pero, aun así, el corazón de Li Mingxuan todavía ardía con un fuego que no sabía cómo apagar.
No hace mucho, su teléfono móvil sonó de repente y cuando vio las palabras "Shen Xi" parpadeando en la pantalla, se sintió inimaginablemente feliz. Esta era la segunda vez que Shen Xi tomaba la iniciativa de llamarlo, por lo que cogió el teléfono de buen humor, sólo para descubrir que era Fang Luowei quien llamaba. Antes de que pudiera reprimir la acidez que atravesó su corazón, escuchó a Fang Luowei decir vagamente que Shen Xi había sido drogado y le pidió que viniera lo antes posible.
La palabra "drogado" lo persiguió todo el tiempo. No es que Li Mingxuan nunca hubiera oído hablar de todos los trucos turbios y sucios de la industria del entretenimiento, pero nunca había pensado que alguien se atrevería a usarlos con Shen Xi. La ira en su corazón se hizo cada vez más fuerte. Li Mingxuan miró la velocidad y sin dudarlo volvió a pisar el acelerador. Al ver que el auto ya pasaba de 200, todavía sintió que parecía demasiado lento. Sólo tardó veinte minutos en llegar al apartamento, aunque el viaje duraba una hora en un día normal. Fang Luowei no parecía haber llegado todavía, por lo que Li Mingxuan esperó impacientemente abajo.
El sonido de un automóvil conduciendo llegó desde muy lejos en la noche silenciosa, y Li Mingxuan tembló mirando en dirección al automóvil. Era el coche de Shen Xi. Con solo una mirada, Li Mingxuan lo reconoció y dio unos pasos hacia él. Antes de que el coche se detuviera, Li Mingxuan abrió la puerta.
Bajo las luces naranjas de la calle de la comunidad, se podía ver claramente a Shen Xi apoyado en el asiento del pasajero con un sonrojo en el rostro. Cuando se abrió la puerta y la brisa nocturna entró en el auto, Shen Xi levantó levemente la vista, con los ojos llenos de niebla, indescriptiblemente seductor.
El corazón de Li Mingxuan se sintió como si hubiera sido golpeado por un mazo. Mientras estaba frenético, Li Mingxuan no pudo evitar dejar escapar un suspiro de alivio. Fang Luowei no lo había dejado claro por teléfono y, en el camino, Li Mingxuan pensó que Shen Xi había sido envenenado en secreto con varias drogas. Pero ahora parecía que era sólo un afrodisíaco, que era mucho mejor de lo que temía.
Las habilidades de conducción de Fang Luowei eran bastante buenas; El coche se detuvo de manera constante frente a Li Mingxuan. Li Mingxuan se inclinó suavemente, se desabrochó el cinturón de seguridad y sacó con cuidado a Shen Xi.
Al principio, Shen Xi instintivamente se estremeció ante un abrazo ligeramente frío. Pero con el aroma familiar que emanaba de este abrazo, Shen Xi se relajó y obedientemente dejó que Li Mingxuan lo abrazara.
La escena frente a él hirió a Fang Luowei; Trató de contener la tristeza en su corazón y miró a Li Mingxuan con sentimiento de culpabilidad: "Lo siento, Xiao Xi lo hizo por mí..."
El resto de sus palabras fueron interrumpidas por Li Mingxuan: "Eres el mejor amigo de Xiao Xi, no necesitas pensar demasiado".
Las palabras "mejor amigo" amargaron el corazón de Fang Luowei, y después de una mirada preocupada a Shen Xi, bajó la cabeza para ocultar su expresión, "Vuelve rápido, me temo que Xiao Xi ..." Fang Luowei no pudo decir las palabras "no puedo evitarlo". Li Mingxuan lo miró profundamente y no dijo nada más mientras se llevaba a Shen Xi.
Mientras soplaba la brisa nocturna, Fang Luowei observó cómo la puerta del edificio de apartamentos se cerraba herméticamente detrás de Li Mingxuan y se quedó allí aturdido hasta que de repente sonó el teléfono móvil en su bolsillo.
ESTÁS LEYENDO
MI ABISMO Y TU ABISMO
Random"Si miras fijamente un abismo, el abismo te devolverá la mirada". Nietzsche
