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Mientras Neji se preparaba para la última ronda, él intentaba adaptarse a sus prótesis. Su principal objetivo era lograr caminar con la menor ayuda posible, pero le explicaron que eso no iba a ser posible en varios meses. Respondió que lo iba a hacer en tiempo récord.

Sus compañeros lo visitaban seguido, sobre todo su sensei. Gai estaba presente en todas las sesiones de fisioterapia que podía, y lo alentaba a dar un paso más cada vez. Tenten aparecía a veces con él y también lo apoyaba.

Las visitas de Neji eran un poco más irregulares. A veces aparecía para alguna sesión de fisioterapia, a veces cuando estaba en su habitación. A veces venía tres días seguidos, otras pasaba una semana sin saber nada de él. A veces hablaban, otras estaban en silencio, solo haciéndose compañía. El Hyuga ya no lo trataba con desdén, y se permitía tener charlas que iban más allá del entrenamiento. Interactuaron más que como meramente compañeros de equipo. Ahora podía hablar con él como un amigo.

Y lo puso feliz, más feliz de lo que esperaba. Ayudó a que su situación fuera más llevadera.

***

—Con cuidado, dime si voy muy rápido.

—Ya te dije que vas bien, tranquilo.

Neji sujetaba su mano (la que le quedaba) e iba caminando hacia atrás, mirando hacia los pies de Lee, para darse cuenta al instante si necesitaba atajarlo. Lee, en cambio, trataba de mantener la vista al frente, como le había aconsejado su fisioterapeuta. Necesitaba lograr naturalizar sus movimientos para volver a caminar normalmente.

—¿No deberías entrenar? Mañana es la última prueba.

—Es temprano, todavía tengo toda la tarde para entrenar.

—Puedes irte cuando necesites—en realidad no quería que se vaya, pero no iba a revelar ese detalle—. No quiero que pierdas tu tiempo aquí. Me puede acompañar cualquiera.

—Lo sé, pero quiero acompañarte yo.

Por suerte su compañero no lo estaba mirando, porque no sabría explicar el sonrojo que le tapó toda la cara. Tampoco el fuerte cosquilleo que sintió en su estómago o el repentino nerviosismo que lo atacó. Esas sensaciones solo se intensificaron cuando Neji levantó la vista y lo miró a los ojos.

—¿Estás bien?

—Sí, sí, yo solo... ¿Podemos parar un minuto?

—Claro—si Neji se dio cuenta, no dijo nada al respecto. Lo acompañó hasta uno de los bancos que había más cerca y lo ayudó a sentarse—. ¿Te parece terminar por hoy?

Asintió una vez y el otro se alejó para buscar su silla de ruedas. Lee se quedó mirando un punto fijo. ¿Qué acababa de pasar? ¿Por qué de golpe sentía todas estas cosas? Nunca le había pasado esto alrededor de Neji, ni siquiera se le pasó por la cabeza. Pero ahí estaban, todavía podía escuchar los golpes acelerados de su corazón.

No tuvo mucho tiempo para pensar cuando su amigo ya estaba de vuelta a su lado. Aceptó su ayuda para sentarse en la silla de ruedas, y no hablaron hasta que estuvieron de vuelta en la sala donde estaba internado.

—¿Quieres que te ayude en algo más?—preguntó Neji mientras lo acompañaba hasta su cama.

—No es necesario, gracias.

—¿Seguro?—Su preocupación era genuina. Se había dado cuenta de esto hacía varias semanas, pero ahora le provocaba una sensación distinta. Cálida—. Gai y Tenten tal vez vengan más tarde. Les puedo pedir que vengan en un rato a hacerte compañía, o puedo venir yo cuando termine de entrenar.

—Concéntrate en la última ronda, por favor—pidió. Neji apretó los labios, pero no dijo nada—. Voy a estar bien, puedo entretenerme a mí mismo.

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⏰ Last updated: Aug 23 ⏰

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