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Durante mucho tiempo... siempre se preguntó a dónde las llevaría todo esto; la firmeza en cuánto a tomar las decisiones que creía correctas según su criterio y que, de manera un poco lamentable, chocaban con las enseñanzas que de niña recibieron tanto ella como sus hermanas menores, ocasionando un sinfín de contradicciones en su personalidad, al principio fría y sin chiste, hasta volverla... algo monótono.

Ya no actuaba así porque le pareciera gracioso, o porque fuese un simple juego de niños, no. Ella actuó así por mucho tiempo, el suficiente para frustrarse, enojarse e incluso recriminarse a si misma la supuesta transparencia que debía sostener en cuánto a sus verdaderos sentimientos, y al final... todo pareció ser en vano.

Había perdido años de su vida fingiendo, años que fueron cruciales para cualquier persona en formación de sus valores, actitudes y emociones. Se sentía decepcionada, de si misma y de lo que ocasionó indirectamente en sus hermanas al tomar las decisiones de aquella manera. Pero no existía forma ni método para regresar el tiempo, por lo que debía afrontar con la frente en alto y con agallas, el resultado de haberse ido, o casi que huido de la mansión en un arranque de rebeldía contra su abuela ya fallecida.

El daño ya estaba hecho.

Song estaba muerta, y Sam parecía querer correr hacia el mismo destino. Parecía. ¿Realmente Sam se encontraba viva? Pensó.

Años y años bajo el yugo de la abuela, y luego conocer el amor, palparlo en sus manos y por último verlo escurrirse entre sus dedos como granos de arena...

El solo imaginar cuánto dolor manejó Sam y su forma de camuflarlo, hizo que algo en su interior se removiera con un saborcito a arrepentimiento. Sam había soportado todo. O casi. Pero ella, ¿qué había hecho? Escapar.

Y si se hubiera quedado, ¿qué sería diferente en este momento? Esto lo pensó día tras día, dónde siempre obtenía el mismo resultado.

Un maldito dolor de cabeza que no le permitía llegar al punto clave con claridad; a una respuesta libre de culpas. Sí, Nueng se sentía culpable.

Culpable de tantas cosas y a su vez de nada...

Era muy contradictorio.

Y exhausto.

— Oh, señorita.

Uh.

¿Tan absorta estaba que ni notó el llamado del chico a su lado? No hasta la tercera vez que le habló, si se permitía decir.

Apenas y tuvo el enfoque suficiente para girar el rostro y verlo a los ojos.

— ¿Si?

Él le sonrío.

— Le preguntaba si desea tomar algo más.

¿Dónde estaba? Nueng pestañeó y miró primero la mesa delante suyo, después alrededor, en su entorno, y se descubrió tomando un té de canela en la cafetería de la clínica. La misma clínica donde estaba su hermana.

Sam...

Aquello le produjo un nudo en la garganta.

Sólo logró negar en un suave meneo de cabeza y suspirar, quedando sola nuevamente tras irse el camarero.

Dios.

— Ojalá nada de esto estuviera pasando.

.

.

.

No habían noticias.

Bueno, realmente en ese momento tan crítico y decisivo, no recibir novedad respecto al estado de Mon era casi que deleitarse en la esperanza, porque si bien no dictaban buen diagnóstico, tampoco la daban por perdida... Eso era algo.

Cruces Ajenas | GAP The Series | MonSamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora