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Disclaimer: Soul Eater no me pertenece, le pertenece al señor con nombre de sushi (¿) ok no Atsushi Ohkubo

"Sé que nunca dejare de ser un Evans..."...Esas palabras, ella lo sabía. Si todo esto algún día terminaba, él se iba a separar de ella.

Siempre lo supo pero... ¿Por qué le dolía?

"El chico se había ido con aquella mojigata; Blair.

-¡Todos los hombres son iguales!-grito mirando al suelo conteniendo las lágrimas"

No lo había notado, le había dolido que la dejara de esa manera.

Y más por otra chica, tenía miedo.

El albino permaneció en el suelo tocando el piano, mientras que los demás bailaban, esa misma noche, Blair había abrazado a Soul y Maka, todavía lo podía sentir... como poco a poco todo terminaba.

Pero bueno ¿así es la vida? si miras al pasado y sientes nostalgia son los grandes logros que tendrás en toda tu vida. Es por que tu vida valió la pena vivir, la supiste vivir.

Se sentó en el sillón sintiendo como su pecho se oprimía, era un vacío molesto.

"Pero es algo que hemos estado haciendo juntos desde antes ¿no?"

¿Cómo contestar aquella pregunta?

12 a.m

-Iré...a dormir-dijo la chica de ojos color jade, Soul bostezo y la miro, Maka noto que tenía ojeras.

-Deberías hacer lo mismo-Finalizo.

El chico asintió, últimamente no la molestaba. Se estaban distanciado, tanto era de esa forma que hoy no habían notado su presencia, Maka enfrascada en su libro y Soul escuchando su Jazz.

Apago el estéreo y fue el primero en encerrarse en su habitación.

¿Por qué los días parecen melancólicos? Hay algo que quiere cambiar, la chica suspiro quitándose su ropa casual para ponerse la pijama.

Hacia un poco de calor, miro por su ventana volviendo a mirar la luna como la última vez que miro a Crona...era hora de cambiar. Suspiro pegando su mejilla en la pared, sintiendo el frió rozar en estas, recordó todo esos pequeños momentos con Soul, no eran momentos de los que muchos dirían románticos. Pero él estaba presente y hacia que su corazón latiera con más fuerza.

Poco a poco fue cayendo rendida en su cama, se sentía débil. Y sabía que Soul estaba en la otra habitación.

Algo en ella le gritaba que fuera, cerró los ojos pegada en la pared con una lágrima cayendo de su mejilla.

Soul se iba a ir.

Dio vueltas en lo que parecía ser una pequeña fiesta de Shibusen; la fiesta de bienvenida, los cellos sonaban con esa intensidad que te hacía sentir en un laberinto, al menos para ella. Se detuvo unos segundos, podía escuchar dos pianos.

Siguió el cual le atraía. Avanzaba por los pasillos estrechos y góticos que tenía el salón de fiestas, podía escuchar con claridad el piano que tocaba las octavas como si fueran la melodía de su alma.

Y lo vio.

-Vaya...tengo la oportunidad de verte de nuevo-dijo en voz alta Maka.

Dejo de tocar, el chico la miro arqueando la ceja, Maka soltó algunas risas mientras se acercaba, el chico contuvo su respiración nervioso-Nunca hubiera podido hacer lo que ahora haré, acercarme a ti y decirte...todo.

Lóbrego finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora