永遠の愛 | 𝗘𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔𝗟 𝗟𝗢𝗩𝗘. . . Katherine, una madre excepcional, que corrió con la mala suerte de encontrarse con el peor hombre de su vida, el hombre que había cambiado con ella, una vez que se casaron, golpeándolo constantemente, gritándole y...
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LA VIDA DE KATHERINE había cambiado para mejor, luego de haberse convertido en vampiro era raro para ella el haber dejado la comida por sangre de animales, extrañaba poder dormir por horas son necesidad de finjirlo solo para que sus hijas no se diesen cuenta de lo que sucedía, o al menos de Samantha lo hiciera.
Su boda con Carlisle había sido algo hermoso para ella, el tener un hombre como el a su lado era algo maravilloso. Un buen hombre como Carlisle no se encontraría en ningún lugar, en ninguna otra vida, si es que la hay.
La familia Cullen era maravillosa, amaba el ver como Rosalie y Alice trataban a sus pequeñas hijas, amaba escuchar las risas de sus "hijos" como llamaba a Emmett y Jasper solo para hacerlos reír, amaba las acciones de Esme con sus sobrinas, el como se encargaba de ellas cuando ella daba clases en la escuela de Forks como profesora de historia.
Había olvidado mencionar a alguien...
Edward.
El vampiro de cabello cobrizo solo renegaba su rechazo hacia su pareja, Isabella, habían empezado una relación hace menos de una semana y, tanto a Katherine como a Rosaile no les agradaba aquella idea, si muy bien antes la habían visto, era muy diferente tener que verla todos los días en su casa, poniendo en peligro a Lily y a Samantha con su presencia. Los Volturi podrían tener los ojos puestos en ellos.
Por otro lado, enfocándose en sus "dones" Katherine aún no los descubría, y no planeaba hacerlo, dejaba que todo fuera a su tiempo, y así consideraba que debía ser.
Ahora, Katherine terminaba de arreglar el cabello de su hija mayor mientras que Rosalie cargaba en brazos a la pequeña Lily, quien ya estaba lista para ir a comer helado, acompañados de toda la familia, bueno, toda, excepto Edward.
"Kate, ¿Ya están listas?", por la puerta apareció Alice, quien se encontraba completamente emocionada por ir a 'comer helados'. "Los chicos están desesperados".
Rosalie intervino antes de que la mayor pudiese responder.
"Esperaron durante todo el día, pueden esperar un poco más", dice la rubia, mientras pellizca la mejilla de la bebé en sus brazos.
Katherine negó, a la mujer no le había dado tiempo de arreglarse, las actividades que le correspondían en la escuela como profesora de historia eran muchas, se encargaba de crear eventos, era la líder del grupo de apoyo y debía hacer muchas cosas más, se había adaptado muy bien a su nuevo estilo de vida. Sin embargo, muchas veces aquello lograba agotarla aunque, irónicamente, no pudiese.
Su cuerpo era cubierto por un vestido con un estampado de flores con una arandela que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, mientras que sus hombros y brazos eran cubiertos por una chaqueta de jean azul claro para que hiciera juego con su vestido blanco con estampados, y usaba unos zapatos blancos, su cabello estaba suelto, y su rostro no era cubierto por una gota de maquillaje, y algo a lo que se había acostumbrado, era a hacer aquello, pero no le había dado tiempo de hacerlo.
