𝗼𝘅𝗶𝗶𝗶. cold

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El frío llegó, despertando a Katherine

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El frío llegó, despertando a Katherine. La ventana de la enorme habitación estaba abierta, seguro había sido obra de Alexander. La mujer en el suelo se arropó aún más con la sabana, tenía frío, mucho frío.

La puerta fue abierta por Alexander, el hombre traía en sus manos ropa, ella se removió algo incomoda en su lugar. Si, había estado con ese hombre, pero esas veces le fueron tan asquerosas e incómodas para ella, pero gracias a eso tuvo a sus pequeñas.

-Aquí tienes -habló el hombre, tirando la ropa al lado de ella-. Debes bañarte.

Se acercó a ella y desató sus manos, al igual que quitó el trapo de su boca.

-¿No piensas hablar? -preguntó, estaba empezando a enojarse.

Alexander tenía severos problemas de ira.

-Habla, al menos agradece. ¿No?.

-Gracias -murmuró.

Katherine se levantó con dificultad, tambaleándose, ella no había comido desde ayer, y si estomago le pedía comida, mucha comida.

Se metió al baño y comenzó a desvestirse, su nariz dolía, y mucho. Esta estaba llena de sangre, se veía horrible, tomó el collar que el había regalado su pareja y lo beso, lo extrañaba a él y a sus pequeñas, solo deseaba que saliera rápido de allí.
Se metió a la ducha y comenzó a bañarse, agarro el collar y lo metió en el bolsillo de la parte de adelante de su Jean, quería tenerlo seguro.

Sabía que su teléfono lo tenía el, quería mantenerse con un pensamiento positivo, pero le era muy difícil cuando no sabía dónde estaba.

Limpió por dentro su nariz, le ardía con cada movimiento ligero que hacía. Salio del baño, y allí estaba el, sentado en la cama, con la bandeja de comida en su regazo.

-Te vez bien, Katherine -dijo, mirándola de arriba hacia abajo.

Katherine asintió.

-Toma -le tendió la bandeja-, debes comer algo, debes estar perfecta para mi.

Katherine lo miró con miedo en sus ojos.

-¿Que esperabas, eh? -preguntó el hombre riendo-, ¿Pensabas que solo te tendría aquí hasta que me dijeras algo sobre mis hijas? Pues no. . . Hace tiempo que ni estoy con una mujer, lo hice por ti.

Katherine comía con rapidez, tenía mucha hambre.

-Lo hice por que te amo, linda rubia.

Katherine dejó de comer cuando escuchó ese apodo salir de sus labios.

-No hagas esto, Alexander -pidió.

-¿Hacer que? -preguntó el, con enojo.

-Tratar de que vuelva contigo, no lo haré -dijo, mirándolo-. Tu no mereces que vuelva a estar contigo.

El hombre se levantó con enojo de la cama, para tomarla del cuello.

-No trates de desobedecerme, rubia. Harás todo lo que te diga y punto.

Asintió, no debía desobedecer, al menos de que quisiera otro golpe.

-Levante y acuéstate en la cama -ordenó con enojo.

-¿Q-Que? -preguntó con miedo.

El la miró, para luego empujarla con fuerza hacia la cama, Alexander se subió arriba de ella. Katherine comenzó a forcejear pero le era inútil el hacerlo.

Las manos de Alexander agarraron su blusa y la quitaron rápidamente, el hombre comenzó a besar su clavícula y mandíbula con rapidez y hambre, ella se sentía asquerosa, no sabía como había llegado allí, no sabía como volvía a lo mismo de antes en solo minutos.

La grandes manso de él agarraron el botón del pantalón de Katherine para desabrocharlo y verla directamente a los ojos.

-Espero que el no te haya tocado, por que me enojaré.

El comenzó a desvestirse.
La besó brusco, la tocaba sin su permiso, le susurraba cosas obscenas y sucias al oído, le daba asco. La obligaba a hacer cosas que ella lo quería, la obligaba a tocarlo.

No faltaba narrar todo lo que el le había hecho, lo sucia, asquerosa, horrible, que la hacia sentir consigo misma.

Se sentía como la peor mujer del mundo. . .

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𝗘𝗧𝗘𝗥𝗡𝗔𝗟 𝗟𝗢𝗩𝗘 ━━━ ❝Carlisle Cullen❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora