Repeat My Heart ╏ Seulrene

004: ¿Puedes acercarte un poco?

Dos horas después de la clase de matemáticas, Seulgi e Irene se encontraban en el pasillo, cerca de la sala de almacenamiento de materiales. La luz tenue de las lámparas del pasillo iluminaba su camino.

—Necesitamos encontrar el equipo de ciencias para nuestro proyecto— dijo Irene, su voz suave y clara.

Seulgi asintió, su cabello oscuro reflejando la luz. —Está en el almacén.

Al entrar en el almacén, notaron que la puerta se cerró detrás de ellas con un clic. El sonido resonó en el espacio silencioso.

—¿Qué pasa?— preguntó Seulgi, su ceño fruncido.

La mayor intentó abrir la puerta de todas las maneras posibles, pero no se movió. —¡Estamos atrapadas!

Seulgi se sintió nerviosa, su corazón latiendo más rápido. Pero Irene se acercó a ella, sonriendo, haciendo que se calmara rápidamente.

—No te preocupes, encontraremos una forma de salir— dijo Irene, su mirada tranquilizadora.

En la oscuridad del almacén, Seulgi se sintió más cerca de Irene que nunca. La proximidad de Irene hacía que su corazón latiera más rápido.

—¿Puedes acercarte un poco?— preguntó Irene, su voz baja y suave.

Seulgi se sorprendió, pero no se movió. La respiración de Irene cerca de su oreja la hacía sentir vivida.

Seulgi se sintió paralizada, su corazón latiendo más rápido. ¿Había escuchado bien? No podía ser.

—¿Qué-qué dijiste?— tartamudeó Seulgi.

Irene se acercó más con su mirada intensa. —¿Puedes acercarte un poco?

La más alta se sintió confundida. ¿Por qué Irene le pedía eso? ¿Qué significaba? Además ¿Para que?

—Creo que... no te escuché bien— dijo Seulgi, intentando ganar tiempo.

Pero Irene se acercó más. El aire entre ellas parecía cargado de electricidad y química.

—Eso no importa— dijo Irene, su voz baja y suave. —Solo quería saber si podías hacerlo.

Seulgi se sintió nerviosa, su corazón latiendo más rápido. De repente, la oscuridad del almacén pareció hacer que el espacio entre ellas se redujera.

—¿Por qué?— preguntó Seulgi, su voz apenas audible.

Irene se acercó más, su respiración cerca de la oreja de Seulgi. —Porque quiero saber si sien-.

De repente, se escuchó un ruido en la puerta. Lo que hizo que ambas se separaran, sus corazones latiendo más rápido.

—¿Qué fue eso?— preguntó Seulgi.

Irene se encogió de hombros. —No lo sé.

La puerta del almacén se abrió lentamente, revelando una figura en la sombra.

Era Kang Mingjeon o más conocida como Winter, con su cabello rubio y ojos profundos que parecían contener secretos, observó a Seulgi e Irene desde la puerta del almacén. Una sonrisa leve se dibujó en su rostro, iluminando su piel pálida y resaltando la delicada curva de sus labios. Su mirada parecía absorber cada detalle de la escena frente a ella.

Seulgi se sintió incómoda bajo la mirada intensa de Winter. Su corazón aún latía rápido después del momento tenso con Irene. —¿Qué haces aquí?— preguntó, intentando romper el silencio.

La Beta se acercó, su voz suave y melodiosa como una canción de cuna. — Buscaba materiales para mi próximo proyecto de arte. Quiero capturar la esencia de la lluvia en mis pinturas, siempre he amado la lluvia.