Lucario (M) x Entrenadora

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La vida de un entrenador no es tan fácil como parece, todas las personas que tienen un Pokémon en su procesión automáticamente son catalogados como "entrenadores" cuando ese no es el caso. Muchas veces solo son personas que tienen la compañía de un Pokémon y que rara vez suelen combatir con los mismos.

Esa eraa vida de nuestra entrenadora quien anteriormente era solo una chica con un Riolu como su compañero, generalmente daban paseos por el parque o simplemente jugaban, debido a que ella era una estudiante se mantenía alejada de los combates pues no le llamaban mucho la atención a ella, sin embargo para su mala suerte su Riolu era una cosa totalmente distinta, el era un gran entusiasta de los combates y constantemente hacia pequeños berrinches para que su entrenadora lo dejara combatir aunque ella no quería.

Riolu: "Rió, Lu"

Protestó el pequeño Pokémon mientras le ha Ian señas a su entrenadora para que lo dejara combatir con un Pidgey salvaje que andaba por ahí.

Entrenadora: "NO, Riolu. Ya te dije que no habrá pelea"

Contestó de una manera un tanto sería ella, aparentemente cansada de tener que lidiar con su pequeño amigo. Segundos después ella se dió la vuelta y siguió de largo sin prestarle atención a Riolu.

En respuesta, el pequeño se quedó pensando en algo y segundos después tuvo una idea algo traviesa, lentamente tomó una pequeña piedra para luego arrojarse la al Pidgey y este mismo obviamente se molestó, Riolu le hizo una seña que apunta a hacía su Entrenadora, como si le estuviera diciendo al pájaro que ella fue quien le arrojó la piedrita.

En respuesta el Pokémon volador fue directo a picotear a la chica quien se encontraba molesta por obvias razones, tratando de quitarse al pájaro de encima.

Entrenadora: "Ahhh, ¡maldito pájaro!"

Exclamó la chica, quien estaba molesta y desesperada, ante esto su Riolu no se quedó atrás y se lanzó contra el Pidgey. A pesar de que estaba en desventaja de tipos logró debilitar al Pidgey quien se fue volando.

Después de esto la chica se acomodó el pelo, quitándose un poco de plumas de encima para luego dirigirle la mirada a su Riolu quien se mostraba orgulloso de su hazaña.

Entrenadora: "Gracias, Riolu... Tal vez esto de los combates se te de bien"

El Riolu dió unos pequeños saltos emocionados ante las palabras de su entrenadora.

Entrenadora: "No pienses que te voy a dejar combatir... Aunque lo tendré en cuenta"

---------------------En el presente-------------------

El sol se ocultaba, aquella entrenadora salía de su instituto con tranquilidad aunque algo de cansancio. Una vez que cruzó el gran portón que daba la entrada y salida del instituto ella metió su mano a su bolsillo para segundos después sacar una pokebola del mismo, ella lanzó la pokebola y de esta salió un Lucario.

Después de algunos años de amistad, momentos divertidos y alguna que otra discusión (mayormente discusiones) aquel Riolu tan enérgico se habia convertido en un fuerte Lucario.

Lucario: "¡Ca-Rio!"

Dijo con alegría antes de lanzarse hacia su entrenadora, abrazandola con entusiasmo pues había estado en su pokebola todo el día.

Entrenadora: "Yo también estoy feliz de verte Lucario"

Ella acarició suavemente la cabeza de su Pokémon, revoloteando un poco el pelaje del mismo.

Entrenadora: "Bien, entonces creo que ya sabes lo que hay que hacer ahora, ¿no?"

Al escuchar esas palabras Lucario se quedó pensando unos segundos antes de asentir con la cabeza entusiasmo.

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