La aventura de fionna

el inicio

Es una noche fría y oscura; muy apenas la luz de la luna  podía iluminar cada rincón de las calles inundadas de una espesa neblina en el dulce reino. A pesar de que ya era mitad de la madrugada y las condiciones del clima no eran muy favorables, todos los habitantes del lugar estaban afuera caminando sin ningún rumbo fijo aparentemente, e incluso algunos chocaban con las paredes y seguían adelante. Pero, además de esa conducta extraña, su apariencia era inusual: sus ojos eran completamente blancos y sus colores eran muy grisáceos.

Mientras tanto, a las afueras del reino se encontraban Fionna, Cake y Marshall. Fionna estaba corriendo lo más rápido que podía con su espada en mano; sus ojos expresaban mucho odio, pero a la vez frustracion y tristeza.

Fionna: ¡Por favor, detente! No quiero hacerte daño.

Cake, al ser un gato mágico, estiró su cuerpo y lo comenzó a enredar alrededor de un murciélago de una altura de más de 8 metros, el cual era Marshall.

Marshall: ¡Daño! Dice esa palabra mientras se ríe a carcajadas y algo desquiciada; una pequeña lágrima sale de su ojo mientras sigue riendo.

Marshall: Ellos solo obtuvieron lo que merecían.

Separó los brazos, alejando levemente a Cake; era muy poca la distancia de separación, pero era suficiente para liberarse de ella, e intentó tomarla del cuello. Cake aferró su cuerpo al de Marshall, comprimiéndolo, pero para ese momento él ya la estaba viendo a los ojos directamente, provocando que ella entrara en un trance y su cuerpo se fuera soltando.

Fionna se acercó lo suficiente a él y, con un fuerte movimiento de espada, lo cortó en la parte inferior de su cuerpo. Marshall soltaría un fuerte grito de dolor, el cual sonaba mezclado con un rugido; bajo la mirada a donde ella estaba y le dio una patada, la cual la lanzó a varios metros de distancia.

Marshall regresó la mirada a Cake y abrió su boca; a los pocos instantes, algo del interior de ella comenzó a salir y entró en la boca de él. Ese algo era su alma; sus ojos se tornaron de un color blanco y se quedó quieta, no movía ni un solo músculo. Él se acercó a su cuello y la mordió, succionando poco a poco su sangre hasta dejarla completamente vacía.

Fionna, tirada en el suelo, trataría de levantarse con algo de dificultad; al lograr estar de pie, dirigiría la mirada a la dirección en donde se encontraban Cake y Marshall. Su rostro expresaría terror al notar que el cuerpo de Cake comenzaba a caer, golpeando con fuerza el suelo.

Fionna, sin separar la vista de su amiga, fue avanzando, y conforme caminaba, sus piernas comenzaron a temblar; muy apenas podía mantenerse en pie. Al estar frente al cuerpo de Cake, se dejó caer de rodillas y soltaría un pequeño quejido mientras se comenzaban a derramar sus lágrimas; su mirada estaba perdida, sin luz.

Poco a poco, el cuerpo de Marshall regresó a su forma original; pudo sentir como la respiración de Fionna y los latidos de su corazón se hacían cada vez más lentos y pesados. Las lágrimas de Fionna se separaron un momento de su rostro para luego caer sobre el cuerpo de Cake, el cual estaba gris; había perdido su color.

Marshall se arrodilló frente a ella y la tomó del mentón, levantando el rostro; los ojos sin vida de Fionna se cruzaron con los de él, mientras que los ojos de Marshall se harían cada vez más grandes y tornaron de un color negro con pupilas rojas. Los ojos de Fionna comenzarían a dilatarse de una forma algo exagerada; poco a poco, comenzaría a entrar en trance.

Marshall: Fionna, recuerda nuestra canción.

Fionna: La... la canción…

Fionna Muy apenas podía hablar, ella
seguía sin poder despegar los ojos ya que no tenía control de su cuerpo en esos momentos