Mi fisioterapeuta favorita ~ Pedri González

9. Sitio secreto

~Sofia Sanchez~

El timbre sonó.

Me removí por la cama mientras sentía unos brazos rodearme.

Abrí los ojos encontrándome con Pedri.

¿Que hacía el durmiendo conmigo?

Me giré a ver la hora.

23:34 de la noche.

Es verdad, estaba esperando a que Gavi y Julia volviesen con la cena, pero no hay rastro de ellos.

El timbre volvió a sonar.

Me deshice de Pedri y fui a abrir.

-¿Sofia Sanchez?—pregunta un chico alto y moreno.

-Si, soy yo.

-Tome, esto es para usted.—dice pasándome un sobre.

-Amm, gracias.—dije cogiendo el sobre.

-Buenas noches.—dijo con una sonrisa dulce.

-Igualmente.—dije cerrando la puerta.

Me senté en el sofá y abrí el sobre, era una carta.

"Te espero mañana a las 9 de la mañana en la cafetería *****, no faltes, es urgente"

¿Que?

Claro que no iba a ir, no sé quién me lo manda ni porque.

Seguro es Ivan intentando que le perdone de nuevo, aparte yo estaré trabajando.

Y hablando de Ivan, me llego un mensaje.

Abrí el mensaje, número desconocido.

Me mando una foto.

La abrí, Ivan con su mejor amiga liándose.

Suspire tirando el móvil en algún lado del sofá.

¿No era suficiente para el?

Escuche como me llego otro mensaje.

Me negaba a verlo, pero la curiosidad se apoderó de mi.

Mismo número desconocido, y ahora era un vídeo.

Lo abrí, Ivan y su querida mejor amiga entrando a un hotel cogidos de la mano.

Que puto asco me da pensar en lo que pasará en ese hotel.

Bloquee el número.

Apague el móvil mientras unas cuantas lagrimas se caían por mi mejilla.

~Pedri González~

Me levante.

Recordé que aún seguía en casa de Julia y Sofia, pero no se escuchaba nada ni nadie.

Cogí mi móvil y empeze a rondar por las habitación en busca de alguien.

Hasta que llege al salón donde estaba Sofia.

Miraba fijamente a la ventana.

-¿Donde están los otros dos?—pregunté acercándome a ella.

Se giró a mirarme, tenia los ojos llorosos.

-No se.—por la voz supe que lloro.

Me senté a su lado y la mire.

-¿Tú cómo estás?

-Bien.—dijo a secas volviendo a mirar la ventana.

-No lo estás.

-Si lo estoy.

-Sabes, se te da mal mentir.

Se giró a mirarme.

-No estoy mintiendo.

Que cabezota es.

Puse mi mano en su rodilla mientras la acariciaba con mi pulgar.

-No tienes porque estar así por ese imbecil, en cambio, él debería estar peor por saber que la ha cagado.

-Peor no está.

-¿Como lo sabes? ¿Has hablado con el?

Negó con la cabeza mientras desbloqueaba el móvil.

Se metió en mensajes y me paso el móvil.

Era un número desconocido que le había mandado una foto y un vídeo.

Lo vi, si que era hijo de puta.

-¿Quien es la chica?—dije devolviéndole el móvil.

-Su mejor amiga.—dijo soltando un suspiro bastante sonoro.

Todavía más hijo de puta.

Aunque no me lleve mucho con Sofia, se la ve una niña bastante risueña, y que venga un idiota a arrebatarle todo me jode.

¿Y porque te jode?

Porque no se lo merece.

Sofia se removió en el sofá, y se escuchó ruido de papel.

Cogí el trozo de papel que había, era una nota.

-¿Que es esto?—pregunte.

-Me lo acaban de dar.

-¿Vas a ir?

-No.

-¿Y si es algo importante?

-Seguro es Ivan, y tampoco tengo ganas de perderme un día de trabajo.

-Te puedo cubrir.

-Déjalo, no quiero ir.

Si ella no iba a ir, yo si.

Alomejor me mataba.

-¿Quieres ir a un sitio?

-¿A donde?

-No te puedo decir, es un sitio secreto.

-Seguro me quieres matar, ¿cierto?

-Claro que no, ¿confías en mi?

Pareció duduarlo un poco.

-Venga ya Sofia.

Soltó una risa.

-Vale, confío en ti.

-Ponte la chaqueta que nos vamos.