10. Adicta al marron de tus ojos

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~Sofia Sanchez~

Estábamos en el coche de Pedri al "sitio secreto" casi a las 1 de la madrugada.

Me llevaba por calles oscuras por las que no pasaban nadie.

-Pedri no me está gustando.—dije sentada de copiloto.

-Llego a saber que eres una cagona y no te traigo.

Le di en el brazo.

-Dime tú que esto no parece de una película de miedo.

-No, no lo parece.

El resto del viaje me quede de brazos cruzados sin saber a donde íbamos.

-Porque tienes cara enfurrusca.—dijo Pedri riéndose de mi.

-Porque no me dices dónde vamos, llevamos en el coche más de 20 minutos, me está dando miedo por las calles que me estás llevando y apa...—estaba diciendo pero me corto.

-Ya hemos llegado.

Me apure a quitarme el cinturón y coger el móvil.

Cuando salí de el coche se me iluminó la cara.

Era una especie de acantilado con la vista al mar.

Me apoye en la valla que había, observando el mar y la luz de la luna.

-¿Te gusta?—pregunta Pedri apoyándose alado mia en la valla.

Asentí con la cabeza.

Ninguno de los dos hablamos, solo mirábamos hacia delante mientras el viento chocaba con nuestros rostros.

Era consciente que Pedri hacía todo esto por lo mal que estaba, ¿pero porque?

Se supone que nos caemos mal y de la noche a la mañana estábamos "normales"

Aunque lo agradezco, ya que hace que me olvide un poco de Ivan.

-Gracias.—susurre.

Pedri se giró a mirarme.

-¿Por?

-Por querer ayudarme con lo de Ivan.

Pedri alzó un poco las cejas, como si ya sabía a lo que me refería.

-Se lo que se siente querer una persona, y que esa persona te traicione.—dijo quitando la vista de encima mia.

-Espera, ¿te han puesto los cuernos?—dije mirándole.

-Si.—dijo con una risa, algo sarcástica.

-¿Es broma o es verdad?

-Que es verdad, ¿porque dudas?

-Esque le gustas a media España, parece imposible ponerle los cuernos a alguein como tú.

-Gracias por decirme guapo.

Rodé los ojos, aunque sea algo majo lo egocentrico no se lo quita nadie.

Pedri se rio y pasó uno de sus brazos por mi hombro.

Al sentir su contacto me entró una ola de calor.

Sofia tranquilízate que solo te ha pasado el brazo por el hombro.

Si, Pedri González.

Sh, necesito tranquilizarme.

-¿Estas bien?—pregunta mirándome.

Le mire.

-Si, ¿porque no iba a estarlo?

Mi fisioterapeuta favorita ~ Pedri González Donde viven las historias. Descúbrelo ahora